La presencia de juanetes puede incidir negativamente en nuestra calidad de vida. Se trata de una desviación que aparece en las articulaciones de los dedos del pie y que, debido a la posición forzada, puede provocar callosidades óseas. Las causas de los juanetes son varias, ya sea por la forma de pisar, el tipo de calzado utilizado o la actividad habitual. Ahora bien, ¿cuál es el tratamiento de los juanetes? Y, ¿es posible prevenirlos? En este artículo de Scholl te lo explicamos. ¿Por qué salen los juanetes? Estas son las causas y los factores de riesgo de los juanetes más comunes: En el desarrollo de juanetes puede existir una predisposición genética, es decir, que en la familia exista un antecedente de personas que los hayan padecido, lo que incrementa las posibilidades de sufrirlos. La edad también influye. Una persona puede haber utilizado mal el calzado durante mucho tiempo o haber adoptado malas costumbres en la pisada que podrán repercutir en la aparición de esta condición al cabo del tiempo, pero a todo esto hay que añadir el desgaste progresivo de huesos y articulaciones que hace que los dedos se puedan desviar. Otra causa común de los juanetes es el uso de zapatos de tacón y, sobre todo, de aquellos que tienen una punta muy marcada. Se trata de un calzado que aprieta los dedos, creando deformidad en ellos si se usa de forma habitual. Cuando una persona pisa mal, por ejemplo por tener pie plano, el peso no se distribuye de forma uniforme, sobrecargando ciertas zonas, lo que puede conducir a problemas en las articulaciones como los juanetes. Cómo prevenir los juanetes Si no quieres padecer este problema, toma nota de los principales aspectos a tener en cuenta para prevenir los juanetes: Resulta conveniente que un podólogo haga un estudio biomecánico de la marcha. De este modo, se puede conocer bien cómo es la pisada en cada caso, corregir lo necesario a tiempo y saber qué tipo de calzado conviene usar y cuál evitar. El uso de plantillas facilitará el reparto de la carga del peso en el pie y permitirá que este tenga una postura óptima, lo cual reduce la aparición problemas como los juanetes o la fascitis plantar. Evitar el uso frecuente de zapatos con tacón alto es prioritario. Cada centímetro de más aumenta la sobrecarga en la zona metatarsal del pie, que es la parte delantera, lo cual afecta a estos huesos y facilita la aparición de juanetes. También hay que evitar los zapatos con punta estrecha. Las puntas finas producen la deformidad del dedo gordo, que tenderá a ir hacia dentro, forzando la articulación y dando lugar al bulto en el lateral de este dedo, que conocemos como juanete. Para prevenir la aparición de juanetes es importante utilizar zapatos flexibles y cómodos, que no lleven demasiado tacón y tampoco sean totalmente planos, se deben acomodar al arco natural del pie. Tratamiento de los juanetes El tratamiento de los juanetes en casos leves, donde el juanete no duele y no incide tanto en la rutina diaria, puede basarse en mejorar hábitos. Sin embargo, existen cuadros más severos que producen dolor y no pueden corregirse fácilmente con un cambio de hábitos, en estos casos donde el juanete genera molestias en el día a día, es conveniente consultar al podólogo, quien ayudará a determinar si la cirugía es la opción adecuada. Por su parte, los juanetes leves pueden mejorar con las siguientes recomendaciones: Uso de plantillas de forma frecuente Las plantillas reducen el impacto y las molestias a la hora de caminar o realizar actividades deportivas. La gama de plantillas Scholl ha sido diseñada ergonómicamente para ofrecer una comodidad superior y ofrecer amortiguación durante todo el día. Sin embargo, en el caso de juanetes más pronunciados puede ser necesario el uso de plantillas a medida. Corrector de juanetes Este producto proporciona un alivio instantáneo en la zona, su diseño cómodo reduce el dolor al disminuir la presión y la fricción en las articulaciones de esta parte del pie. Este corrector separa el primer dedo del segundo para alinear los dedos que están torcidos y superpuestos. Uso de zapatos adecuados El calzado debe ser cómodo y conviene que esté fabricado con materiales de calidad y flexibles para que pueda adaptarse al pie y, así, evitar la presión en el juanete. El calzado de ancho especial permitirá el uso de plantillas y que los dedos tengan amplitud. Si es imprescindible el uso de zapatos de tacón, procura que no sean muy altos ni muy estrechos, utilízalos un tiempo limitado y lleva contigo un calzado más cómodo para poder cambiarlos en cuanto puedas. Cirugía en caso de juanetes dolorosos La operación está indicada en aquellos casos en los que el juanete resulte muy doloroso o incapacite para caminar o hacer vida normal. No obstante, el médico especialista es quien deberá evaluar el caso y determinar si la cirugía es la opción adecuada o si, por el contrario, conviene optar por otros tratamientos antes de operar.
Las ampollas en los pies pueden resultar muy molestas, especialmente cuando están sometidas a una fricción constante lo que hace que puedan llegar a ser muy dolorosas. Entender por qué aparecen, cómo prevenirlas y especialmente cómo curar ampollas en los pies, es básico para atender esta condición y hacer que deje de ser una molestia lo antes posible. Sigue leyendo, porque en Scholl te lo explicamos con detalle. ¿Qué son las ampollas? Las ampollas son bolsas de piel que se crean entre las capas más superficiales de esta y el tejido subyacente, estas bolsas se llenan de líquido y tienen una textura blanda. Aparecen como un mecanismo de protección natural del cuerpo cuando un área de la piel se lesiona, ayudando a que la zona afectada se cure. Los síntomas habituales de las ampollas son: hinchazón y enrojecimiento de la zona, dolor por presión, dificultad al andar, separación de parte de la piel, formación de una pequeña bolsa de líquido o incluso un leve sangrado. Este último síntoma es una consecuencia del daño sufrido por los vasos sanguíneos de la ampolla, lo que produce aún más dolor. ¿Por qué aparecen ampollas en los pies? Las ampollas de los pies son como cojines que protegen las capas inferiores de la piel. En el caso de las ampollas en los pies, la causa más común por la que aparecen suele ser un roce intenso y continuo de la piel del pie contra el zapato, como lo que ocurre por ejemplo cuando estrenamos zapatos. Cuando los mismos están sin usar y aún están rígidos, la fricción constante puede ocasionar ampollas, pero otras situaciones, como por ejemplo caminar largas distancias con los mismos zapatos durante muchos días seguidos o estar mucho tiempo de pie, también pueden producirlas. En ocasiones, estas bolsas pueden surgir por la exposición a sustancias químicas o incluso infecciones. ¿Cómo prevenir las ampollas en los pies? Las ampollas en los pies pueden aparecer fácilmente, pero por suerte es sencillo prevenirlas, solo hay que abordar las causas subyacentes. La medida más evidente es usar calzado que se ajuste bien a tus pies, elaborado con materiales flexibles que garantice la comodidad. Si en tu día a día debes recorrer largas distancias andando o pasar mucho tiempo de pie, es importante alternar tu calzado, evitando usar siempre el mismo para reducir la posibilidad de ampollas. También es recomendable no estrenar zapatos en aquellas ocasiones en las que sabes que tendrás que caminar mucho. Si las ampollas aparecen como una reacción alérgica a algún producto cosmético, como talco, loción o jabón, deja de utilizar ese producto inmediatamente. Parece obvio, pero a veces no es fácil descubrir la causa real de las ampollas, si son una reacción a una afección médica, consulta a un médico para definir el mejor tratamiento. Consejos para curar las ampollas en los pies Aunque pueden llegar a ser muy dolorosas, las ampollas suelen ser un problema menor y fácil de curar. Lo primero es reducir la fricción y la presión sobre la piel afectada, ya que esta debe permanecer intacta. Así que, antes que nada, deja de usar el calzado que ha provocado las ampollas hasta que estas se hayan curado por completo. Para proteger el proceso de curación, es recomendable cubrir la zona con un apósito anti-ampollas, como el de la gama Scholl, que ofrece una protección avanzada para las ampollas gracias a la tecnología Hydra-Guard TM, protegiendo la zona y aliviando instantáneamente el dolor. Cumple con la normativa de productos sanitarios. Cómpralo ahora Lo más recomendable es no reventar la ampolla con el fin de evitar infecciones, sin embargo, en aquellos casos en los que la lesión genera muchas molestias, es posible drenar el líquido tomando algunas previsiones. Antes que nada, deberás lavarte las manos. Limpia la zona de la ampolla con agua oxigenada, luego usa una aguja limpia y previamente desinfectada y realiza un pequeño orificio por el que se drene el líquido de forma segura. Una vez drenado, aplica un producto antiséptico sobre un algodón para limpiar la ampolla. Deberás asegurarte de que se drena todo el líquido. Después, te recomendamos limpiar la zona con agua oxigenada, a continuación, cubre la ampolla con un apósito para protegerla y evitar posibles roces, pero retíralo por la noche para que la piel pueda secarse. Realiza una limpieza diaria de la ampolla y aplica una pomada antibacteriana. A partir de aquí solo tendrás esperar a que la misma se cure. Controla la zona afectada hasta que esté sana para evitar que se infecte, pero en el caso de que se produzca una infección, consulta a un médico lo antes posible.
Las uñas encarnadas son un problema común. Se da cuando el borde de la uña penetra en la piel del dedo del pie. Una uña encarnada puede llegar a ser muy molesta en tu día a día, en especial si usas un calzado ajustado o cerrado, además, si aparecen complicaciones puede llegar a requerir tratamiento médico. Por eso, en este artículo te explicamos cuáles son sus causas, los síntomas y cómo tratar una uña encarnada. Causas de las uñas encarnadas Una uña encarnada puede tener muchas causas, pero las más comunes son: Un calzado inadecuado: siempre que uses zapatos ajustados y estrechos, tus dedos quedan apretados entre sí, lo que puede favorecer que el borde de la uña acabe penetrando la piel y encarnándose. Cualquier dedo puede verse afectado, pero el dedo gordo suele ser el que se ve más afectado por esta condición. La forma en la que cortamos las uñas: es importante tener en cuenta que al cortar las uñas debemos hacerlo manteniendo una forma cuadrada, dejar los bordes redondeados o irregulares puede facilitar que la uña penetre en la carne y provoque dolor. Lesiones en la zona: una lesión en la uña, un golpe en los dedos de los pies, la caída de un objeto pesado sobre el pie o el golpeo repetido de una pelota pueden hacer que, antes o después, se produzca un crecimiento anormal que provoque que la uña se clave en la piel. Practicar ciertas actividades: deportes como el fútbol o actividades como el ballet, pueden aumentar la posibilidad de sufrir uñas encarnadas, por eso si llevas a cabo cualquiera de estas disciplinas, es recomendable incrementar el cuidado de tus pies para prevenir esta condición. Factores hereditarios: también hay que considerar el factor hereditario, pues es frecuente que miembros de una misma familia presenten uñas encarnadas, por lo que es posible que exista una predisposición genética. Cualquiera puede sufrir una uña encarnada, pero se da con más frecuencia en personas con una elevada sudoración en los pies, debido a que cuando los pies están húmedos con frecuencia la piel es más blanda y es más fácil que una uña la perfore y se encarne. Además, las personas de la tercera edad también corren un mayor riesgo de padecer esta afección, ya que las uñas se vuelven más gruesas con el paso de los años. Condiciones como los hongos en las uñas o la edad avanzada pueden producir su engrosamiento, dificultando su corte y ejerciendo mayor presión en los alrededores de la uña. Síntomas de las uñas encarnadas Las uñas encarnadas pueden resultar dolorosas y suelen empeorar con el tiempo. El proceso suele comenzar por una presión intensa en el extremo de la uña y la piel, dicha presión provoca molestias y enrojecimiento. Otro de los primeros síntomas es que la piel que rodea la uña se vuelve sensible, se inflama o presenta un dolor intenso al presionar el dedo. Estos primeros síntomas más suaves pueden empeorar rápidamente si la uña no se trata. Si el dedo se infecta, los síntomas pueden incluir desde piel enrojecida e inflamada hasta dolor y sangrado. También puede producirse una supuración de pus y un sobrecrecimiento de piel alrededor del dedo. La mejor opción es tratar una uña encarnada lo antes posible para evitar que los síntomas empeoren. Cómo tratar una uña encarnada Si la uña encarnada no está infectada, puedes tratarla en casa. Sin embargo, si ha penetrado en la piel o hay alguna señal de infección, es importante acudir a un podólogo. Los signos de infección incluyen calor, pus, enrojecimiento e hinchazón.Si, en cambio, las molestias producidas por esta condición están en una fase inicial o son leves, te damos varios consejos sobre cómo curar una uña encarnada: Sumerge tus pies en agua caliente durante 15-20 minutos para ablandar la piel. Puedes añadir al agua sal gruesa, lo que ayudará a reducir la inflamación de la zona. Aparta la piel del extremo de la uña con una pinza de pedicura o un corta cutículas, siendo muy cuidadoso para no ocasionar ninguna lesión en tu piel. Corta la porción de uña encarnada de manera cuadrada, evitando dejar un borde redondo o irregular. Aplica un antibiótico de uso tópico para evitar infecciones. Utiliza calzado cómodo. Considera la posibilidad de usar calzado con la punta abierta o sandalias hasta que el dedo esté mejor. Recuerda que, si la uña te produce muchas molestias o la zona se encuentra visiblemente infectada, es importante no tratar la uña encarnada en casa y acudir al médico. Consejos para prevenir las uñas encarnadas La mejor forma de evitar las uñas encarnadas es tomar precauciones, por eso te recomendamos: Elegir un calzado que no sea demasiado ajustado ni tenga tacones muy altos para tu día a día. Evita además los zapatos con modelos estrechos en la parte delantera, ya que favorecen que los dedos estén muy apretados. Varía diariamente de calzado, ya que algunos de tus zapatos pueden ser más ajustados que otros y así puedes dar un respiro a tus pies y a tus uñas. Mucha gente comete el error de cortarse las uñas dejándolas redondeadas. ¡No lo hagas! Corta siempre las uñas dejando una forma cuadrada, ya que los ángulos en los laterales de las uñas hacen que la piel recubra la uña y esta penetre en la piel. Tampoco las cortes demasiado en los laterales. Si no puedes realizarte la pedicura en casa de forma adecuada, lo mejor es acudir a un profesional para que lo haga por ti, garantizando así un mejor resultado.
¿Por qué tengo dolor en la planta del pie? El dolor en la planta del pie al caminar, así como el dolor en la planta del pie debajo de los dedos, es una molestia que muchas personas padecen, pudiendo generar metatarsalgia o fascitis plantar. Este síntoma indica que, básicamente, algo no marcha bien, ya sea porque no estamos usando el calzado adecuado para nuestro estilo de vida o porque estamos presentando determinadas condiciones que conviene atender. Sigue leyendo si quieres saber cuáles son las causas del dolor en la planta del pie más habituales. Por qué tengo dolor en la planta del pie Si alguna vez te has hecho esta pregunta, desde aquí la contestaremos para que sepas las posibles causas de esta molestia. Uso frecuente de tacones altos Los zapatos altos generan presión y pueden llegar a ocasionar diversas molestias en forma de llagas, úlceras o callos. En este caso, los tacones altos hacen que el peso caiga en la planta del pie, lo que puede producir un dolor intenso. La molestia mayor es la que sufrimos al final del día, cuando llegamos a casa con esa enorme presión en los pies y los dedos. Exceso de actividad física Cuando llevamos a cabo actividades de ejercicio intenso como correr, practicar saltos y similar, generamos una presión mayor en la planta del pie. El dolor lo empezaríamos a sentir con mayor intensidad a la noche, al llegar a casa y poder descansar los pies. Fascitis plantar o inflamación de la fascia La fascitis plantar se produce cuando se inflama la fascia plantar, una zona que ejerce una función prioritaria en el caminar al absorber los impactos contra el suelo. Suele originarse debido a desgarros en los tejidos que acaban produciendo una inflamación. Se manifiesta con intensidad en las mañanas, cuando la persona se levanta y empieza a caminar. Metatarsalgia o inflamación de los metatarsos Cuando el dolor se localiza en la planta del pie debajo de los dedos, hablamos de metatarsalgia. Suele presentarse en personas que practican actividades como saltar o correr, aquellas que cuentan con deformidades en el pie o los que emplean calzado inadecuado (demasiado grande o muy ajustado). De esta forma, el dolor en la planta del pie se agudizaría en el momento en que iniciáramos la actividad física. Pie cavo o pie plano El pie cavo se genera por un exceso de arco en la fascia plantar. La persona afectada puede sentir pinchazos o un tipo de dolor intenso en la zona del arco plantar o en la zona del talón al caminar. En el caso del pie plano, la persona afectada carece de arco plantar. Se trata de una malformación bastante frecuente, aunque puede no generar molestias. Otras condiciones que causan dolor en la planta del pie El dolor en la planta del pie al caminar también puede aparecer por otros factores, como: Profesiones que obliguen a la persona a permanecer largo tiempo de pie o a caminar, si este es el caso te invitamos a leer nuestro artículo Cómo aliviar el dolor de pies por estar parado. Problemas en la pisada Espolón calcáneo Problemas en las articulaciones Sedentarismo Enfermedades crónicas degenerativas En estos casos, es importante que un especialista sea quien diagnostique la causa de la molestia. Tratamiento para el dolor en la planta del pie Las medidas a tomar dependerán de la causa del dolor. Si la molestia en la planta del pie impide realizar actividades diarias como caminar, hacer algo de actividad física o subir escaleras con normalidad, es importante consultar a un podólogo para recibir el tratamiento apropiado. De cualquier forma, se pueden llevar a cabo otras recomendaciones que ayudarán a reducir el dolor: Usar calzado cómodo que ofrezca apoyo al pie Es primordial contar con zapatos cómodos que ofrezcan un nivel de protección alto. Un calzado adecuado debe ser flexible, facilitar la transpiración y contar con un buen apoyo en la pisada. Utilizar plantillas diariamente Las plantillas de gel son magníficas aliadas para amortiguar el impacto que sufren nuestros pies día a día, ya que reducen la presión excesiva a la que sometemos nuestros pies y alivian el cansancio en la zona. Son especialmente indicadas para quienes trabajan muchas horas de pie, para los que caminan mucho durante su rutina diaria y para aquellas personas que practican actividad física de impacto, como correr. Desde aquí te invitamos a ver la amplia gama de plantillas de gel Scholl. Descubre nuestra gama de plantillas Descansar nuestros pies Después de una intensa actividad física, solemos terminar con los pies doloridos e inflamados. Masajear los pies al final del día o sumergirlos en agua tibia con sal viene estupendamente bien para relajarlos. Además, solo te llevará unos minutos. Evitar el uso excesivo de tacones altos Es conveniente evitar el uso frecuente de tacones altos para reducir al mínimo su impacto sobre la salud de nuestros pies. Además, para poder hacer uso de ellos y minimizar las molestias que ocasionan, es aconsejable utilizar las plantillas para tacones muy altos de Scholl, que ayudan a reducir el impacto sobre nuestros pies y aportan comodidad en tacones de 5.5 centímetros o más, así como con las almohadillas plantares para sandalias, que ofrecen amortiguación protegiendo la planta del pie. Cómpralas ahora Aplicación de frío para la fascitis y la metatarsalgia La aplicación de frío es un método bastante eficaz en casos de fascitis y metatarsalgia. Es conveniente aplicar hielo en la zona durante 10 minutos, al menos 3 o 4 veces al día. Aquí te dejamos más información sobre Cómo tratar la fascitis plantar. Si el dolor persiste, visita a tu médico Si tras todos estos consejos el dolor persiste, acude a tu médico para que pueda darte un diagnóstico certero.
La piel de nuestros pies es 20 veces más gruesa que la del resto de nuestro cuerpo, por eso necesita de una hidratación especial y cuidados básicos para mantenerla sana y en perfecto estado. Precisamente, uno de los problemas más frecuentas en la piel de los pies es la sequedad. Cuidar los pies secos requiere contar con una crema para pies secos efectiva, así como la práctica de ciertos hábitos saludables que permiten reparar los pies secos y luego mantenerlos en buen estado. ¿Quieres saber cómo hidratar los pies secos? Aquí te ofrecemos diferentes recomendaciones para velar por la salud de esta parte tan importante del cuerpo. Por qué es importante mantener los pies hidratados La función principal de la piel es actuar de barrera para impedir la entrada de microorganismos responsables de infecciones. Para que la piel cumpla con su función debe estar hidratada y nutrida. De este modo, estará sana y mucho más bonita, sin descamaciones o grietas que puedan aumentar las posibilidades de infección. En el caso de los pies, la hidratación debe ser incluso mayor, pues es una de las zonas que soporta mayor carga y de las que más se resiente por el desgaste. Causas de los pies secos más frecuentes No solo es importante aplicar una rutina diaria para cuidar los pies secos, sino también limitar todas aquellas cosas que hacen que la piel se seque aún más y, para ello, conviene conocer las causas más frecuentes de sequedad en los pies. Utilizar calzado inadecuado con frecuencia No solo nos referimos al día a día, sino también a cuando practicamos actividades deportivas. Además, cuando empleamos frecuentemente un tipo de calzado en el que los pies quedan expuestos, como las sandalias, es importante aumentar los cuidados de la piel, pues los pies tienden a resecarse más. No hidratar adecuadamente tus pies Los pies poco hidratados se secan con mayor facilidad causando molestias, y no solo a nivel estético. Su apariencia descamada y agrietada es desagradable pero además puede dar lugar a problemas como heridas o grietas. No exfoliar tus pies de forma frecuente La exfoliación es un método efectivo que sirve para eliminar células muertas acumuladas. Lo ideal es exfoliar los pies una vez por semana o cada quince días, por lo que si se hace con menor frecuencia la piel se reseca y agrieta con mayor facilidad. Utilizar calzado cerrado sin calcetines Los pies cuentan con multitud de glándulas sudoríparas. Si no llevamos calcetines, el calzado absorberá casi todo el sudor de los pies, provocando mal olor y la aparición de rozaduras, ampollas y resequedad, fruto de la fricción. Tener sobrepeso Las personas que padecen sobrepeso sufren de piel seca con más frecuencia. Esto se debe a que el exceso de peso crea una mayor fricción con el calzado y dificulta la circulación sanguínea. Otras causas de los pies secos Además de las razones mencionadas anteriormente, quienes tienen como costumbre andar descalzos con frecuencia o las personas que están en la tercera edad, son más propensos a tener los pies secos, por lo que en estos casos lo recomendable es aumentar los cuidados para evitarlo. Cómo cuidar los pies secos Podemos reparar los pies secos creando una rutina de cuidados que podemos incorporar a nuestro día a día de una forma simple y efectiva. Esto nos permitirá hidratar y atender mejor una de las zonas que más peso soporta en nuestro cuerpo. Aplica una crema para hidratar pies secos diariamente La piel de esta zona es 20 veces más gruesa que la de otras partes del cuerpo y necesita una hidratación especial, por lo que conviene usar una crema especial para pies. La crema para pies con piel extra seca de Scholl ha sido ideada para ofrecer una hidratación excepcional, llegando a las capas más profundas de la piel. Los resultados de esta crema son instantáneos y duraderos con su uso regular, suavizando la piel y protegiéndola de las amenazas del exterior. Además, se absorbe rápidamente. Cómprala ahora Usa calzado de calidad con amortiguación Hay que usar un calzado cómodo y con amortiguación de calidad, así como también es conveniente evitar el uso de zapatos cerrados sin calcetines. También es aconsejable disponer de plantillas de calidad que ayuden a aumentar la amortiguación del calzado, garantizando mayor comodidad y absorción de los impactos, como la gama de plantillas de Scholl. Descubre nuestra gama de plantillas Exfolia tus pies con frecuencia La lima electrónica de Scholl con recambio exfoliante, facilitará al máximo la exfoliación. Su función es reparar la piel de los pies para que luzcan suaves y bonitos con inmediatez. Este producto no solo exfoliará la piel seca y escamada, sino que eliminará las durezas con su cabezal especial y facilitará la absorción de la crema hidratante. Si lo deseas, también puedes optar por la lima manual para pies de Scholl, una opción más clásica pero también efectiva. Encuentra tu lima ideal Aplica una mascarilla para pies para una hidratación intensa ¿Sabías que la piel de tus pies también se puede beneficiar de la hidratación nutritiva que proporcionan las mascarillas? Por eso este tipo de tratamientos se han convertido en toda una tendencia. Para hidratar los pies secos puedes optar por la mascarilla para pies de Scholl que, en tan solo 20 minutos consigue hidratar tus pies incluso en las capas más profundas de la piel gracias a su tecnología Hidro-Restore. La mascarilla nutritiva de pies de Scholl contiene aceite de macadamia, manteca de karite, pantenol y urea para ofrecerte resultados clínicamente probados ¡Una buena opción para cuidar los pies secos! Mantén un peso saludable e hidrátate Es muy importante mantener un peso saludable porque el sobrepeso afecta a los pies al generar mayor presión y roce en ellos, lo que puede aumentar el riesgo de padecer mala circulación sanguínea, dolores articulares o potenciar el dolor relacionado con otras patologías. La hidratación también es muy importante y para que nuestros pies estén sanos, conviene hidratarlos desde el exterior con cremas y lociones, y también desde el interior tomando una media de un litro y medio de agua al día.
El dolor lumbar o lumbalgia, es una condición que muchas personas padecen y que, cuando se presenta con frecuencia, debe ser atendida por un médico. Aliviar el dolor lumbar es posible, sin embargo es importante saber cual es la causa del lumbago y el tratamiento adecuado para evitar que esta condición se vuelva crónica. Por ello, en este artículo te hablaremos tanto de sus causas como de la como de las distintas maneras de aliviar las molestias lumbares. Causas del dolor lumbar más comunes La espalda baja es la zona que más peso soporta en nuestra espalda, por ello es la que más tiende a sobrecargarse tras un esfuerzo o movimiento inadecuado, ocasionando dolor lumbar. Las causas de la lumbalgia son múltiples, a continuación te explicamos sus causas más comunes: Sobrecarga muscular en la zona La sobrecarga muscular puede aparecer al cargar algo muy pesado, tras un golpe, como consecuencia de una contractura muscular, por una lesión deportiva o por un movimiento brusco. Pero también puede manifestarse cuando caminamos mucho o estamos mucho tiempo de pie. Además, estar por encima de nuestro peso ideal también puede conducir a contracturas en la zona lumbar, dando origen a este dolor. Cualquiera de estas situaciones produce un estiramiento de los músculos o ligamentos que puede terminar en un pequeño desgarro. Estas sobrecargas suelen curarse solas con reposo moderado, pequeños estiramientos o ejercicios en la zona lumbar y con la aplicación de frío durante los dos primeros días tras la lesión, y calor pasados los dos primeros días o si la molestia es recurrente. Mala postura en el día a día No sentarnos de forma adecuada, no tener una silla ergonómica que permita que nuestra espalda baja esté adecuadamente apoyada o pasar mucho tiempo de pie, puede ocasionar también dolor lumbar, sobrecargando los músculos de la zona. Prestar atención a nuestra postura y hacer los cambios necesarios, es básico para prevenir el dolor lumbar y garantizar la salud de nuestra espalda. Hernia discal La hernia discal aparece cuando, por un desplazamiento o movimiento, un disco ubicado en la zona lumbar se fisura y parte del contenido gelatinoso en su interior sale fuera, generando dolor en la zona afectada. Diagnosticar y tratar la hernia discal es importante para una correcta recuperación, por lo que si sospechamos de esta causa es importante acudir al médico. Degeneración de los discos o articulaciones vertebrales La degeneración de los discos vertebrales puede presentarse por distintas causas: malas posturas, tener sobrepeso, por deterioro óseo asociado al envejecimiento o al tener una musculatura lumbar poco trabajada. La degeneración puede producirse en cualquier zona de la columna vertebral, como bien puede ser la lumbar, causando dolor en ella. Ciática Sucede cuando el nervio ciático se irrita, inflama o se comprime entre lo discos vertebrales. Normalmente, sus síntomas son: dolor agudo en pierna y nalga, hormigueo y falta de fuerza en la pierna. En ocasiones, el dolor puede ascender hasta la zona lumbar. Al igual que ocurre con la hernia lumbar, si sospechas que esta es la causa de la molestia, es recomendable acudir al médico para una revisión y diagnóstico. Otras causas del lumbago La artrosis lumbar, la escoliosis o la osteoporosis son condiciones que también pueden ocasionar lumbalgia. De igual forma, existen otras causas menos frecuentes asociadas al dolor de espalda baja. Si las molestias no remiten a las pocas semanas a pesar del reposo y del tratamiento con analgésicos y antiinflamatorios, es conveniente consultar al médico. Factores que aumentan el riesgo de sufrir dolor en las lumbares Es preciso conocer los factores que aumentan el riesgo de sufrir lumbago para controlar su aparición y prevenir y aliviar el dolor lumbar: Sobrepeso: el sobrepeso es un factor de riesgo a tener en cuenta, puesto que al estar por encima de nuestro peso recomendado según nuestra edad y estatura, mayor será la carga que haya sobre la zona lumbar. Características propias de la persona: como la edad, antecedentes familiares, embarazo o la propia genética pueden predisponernos a padecer con mayor facilidad de dolor lumbar. Modo de vida: algunos malos hábitos facilitan la aparición de lumbalgia, como son el tabaquismo, el sedentarismo o la actividad deportiva extrema o mal practicada. Actividad profesional: el ámbito laboral también puede ser un factor de riesgo importante a la hora de sufrir de dolor lumbar. Es el caso de los trabajos que requieran esfuerzo físico, como levantar peso de forma constante, o aquellos en los que debemos pasar mucho tiempo de pie o en la misma postura. Haber padecido lumbalgia anteriormente: tener antecedentes de esta condición facilitaría una nueva lumbalgia futura, especialmente si esta no se ha curado por completo o correctamente. Cómo aliviar el dolor lumbar Reposar durante los primeros días en los que se presenta el dolor y evitar cargar peso o sobresforzar la zona lumbar resulta imprescindible para recuperarse de una lumbalgia. Pero no son las únicas medidas, además es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones para ayudar a quitar el dolor lumbar: Cuida la postura Mantén la espalda recta cuando estés sentado y elige una silla que permita que tu lumbar se apoye correctamente. Presta atención a la postura cuando estés de pie y asegúrate de apoyar adecuadamente los pies para que la zona lumbar pueda descansar. Duerme en posición fetal La mejor postura para dormir cuando tenemos dolor lumbar es la posición fetal, de esta manera, nuestra columna descansará y encontrará el alivio que necesita. Si tienes muchas molestias, se recomienda colocar una almohada entre las piernas para descansar aún más esta zona. Aplica calor en lesiones recurrentes Si el caso es que has sufrido dolor lumbar en el pasado, se trata de una lesión recurrente o ya han pasado más de dos días que el dolor comenzó, el calor te ayudará a disminuir las molestias. Aplica una bolsa caliente durante media hora en la zona, si es posible un par de veces al día para notar mejoría. El frío solo es indicado para lesiones de sobresfuerzo y siempre durante los dos primeros días. Usa plantillas para aliviar el dolor lumbar Las plantillas para aliviar el dolor lumbar ofrecen apoyo a tus pies para reducir la tensión en la zona lumbar, disminuyendo las molestias en esta área, por lo que son grandes aliadas si sufres de esta condición. Las plantillas biomecánicas Scholl In-Balance para el alivio del dolor en la zona lumbar ayudan a absorber la tensión generada por el impacto en la parte inferior del cuerpo, ofrecen apoyo a los pies para repartir el peso de forma equilibrada y reducen la presión en esta zona. Estas plantillas biomecánicas de Scholl están indicadas para aliviar el dolor lumbar leve e intermitente que se presenta después de un largo día y que no guarda relación con un lumbalgia crónica. Si tu lumbago es frecuente o crónico, se recomienda consultar al médico. Cómpralas ahora Cumple con la normativa de productos sanitarios Ejercicios para aliviar el dolor de lumbares Si tu médico de cabecera o especialista lo cree oportuno, también es posible aliviar el dolor de espalda baja con ejercicios de estiramiento específicos. Es recomendable que sea un especialista quien te indique los ejercicios más adecuados según tu condición. ¿Cuándo ir al médico por un lumbago? Es conveniente consultar al médico para confirmar el origen del dolor de espalda, ya sea porque es la primera vez que aparece el dolor o porque la zona o las molestias son diferentes a episodios anteriores. De igual forma, hay que acudir al médico si los analgésicos sin receta médica no son capaces de aliviar el dolor o si este no mejora o desaparece en unos días. Tanto igual si el dolor se extiende por la pierna o el brazo. También es conveniente acudir al médico cuando el dolor viene acompañado de pérdida de fuerza o sensibilidad. De la misma manera, si existe fiebre, pérdida de peso o cansancio extremo, o si el paciente padece otras enfermedades cuyos medicamentos neutralicen el tratamiento para el dolor de espalda. Las malas posturas y pasar muchas horas de pie pueden contribuir al lumbago Consejos para prevenir la lumbalgia Estos son algunos consejos prácticos que puedes tener en cuenta para prevenir el dolor lumbar: Haz ejercicio: el sedentarismo y el sobrepeso son factores que aumentan la posibilidad de padecer lumbago. Realizar actividades físicas moderadas como caminar o nadar no solo te ayudará a mantenerte activo, sino también a reducir el estrés, otro responsable del dolor de espalda. Además, practicas como el pilates o el yoga ayudan a fortalecer los músculos de la espalda y prevenir el lumbago. Cuida la postura: es preciso cuidar la postura al caminar, sentarse o coger peso para evitar posibles lesiones, especialmente si ya has sufrido molestias lumbares antes. Utiliza calzado que amortigüe: elegir un calzado que ofrezca soporte y amortiguación a los pies es fundamental para equilibrar adecuadamente la carga de peso y reducir la presión en la zona lumbar. Tenlo en cuenta no solo para el calzado diario sino también para el deportivo. No uses tacones muy altos: es conveniente evitar los tacones altos, ya que afectan la estructura de la espalda. También se recomienda evitar los zapatos muy planos pues no ofrecen la amortiguación que tus pies necesitan. Controla tu peso: un peso saludable evitará posibles dolores musculares en la espalda y otras zonas del cuerpo, como las rodillas. Evita el estrés: el estrés puede generar tensión y dolor muscular que, junto con un mal gesto, podría provocar lumbalgia.
Las verrugas plantares son pequeños bultos que aparecen en esta zona del cuerpo y que se caracterizan por tener una apariencia rugosa y pequeños puntos oscuros en su interior. La verruga en el pie está causada por el virus del papiloma humano o VPH, que se introduce en el cuerpo a través de cualquier corte o grieta, por pequeña que sea, en la parte inferior del pie. Resulta muy contagiosa y una vez que la tenemos es fácil transmitirla a otras personas. Por esta razón, se estima que 4% de la población sufre de verrugas plantares.* Este tipo de lesión es benigna y no representa un peligro, pero puede resultar molesta a la hora de andar dependiendo de la zona del pie donde se ubique. Por ello es recomendable aplicar un tratamiento para verrugas plantares que acabe con el problema de raíz. Si quieres más información sobre la verruga plantar, sus síntomas y tratamiento, sigue leyendo este artículo de Scholl. Síntomas de las verrugas plantares Aunque en ocasiones pueden ser confundidas con un callo, las verrugas en el pie presentan señales propias que hace que sea fácil distinguirlas. Estos son los síntomas de verrugas plantares a los que debes prestar atención si sospechas de esta lesión: Aparición de un bulto rugoso: la verruga en el pie se caracteriza por ser un bulto pequeño de tacto rugoso que puede aparecer tanto en el talón como cerca de la base de los dedos. Puntitos negros dentro del bulto: dentro de la verruga plantar se forman pequeños puntos oscuros, característicos de esta condición y que permiten diferenciarla de otras molestias, como los callos. Molestias en el pie: puedes sentir dolor o sensibilidad cuando caminas o, simplemente, cuando estás de pie. Esto se debe a que la verruga crece hacia dentro y cuanto más tiempo pasa mayor será su raíz y m´s molestias podrá ocasionar. Además, existen algunos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de sufrir verrugas en los pies: Andar sin zapatos en sitios públicos como piscinas, duchas o vestuarios, pues esto incrementa las posibilidades de que el virus entre en contacto con la piel. Además, esta costumbre también puede favorecer el contagio de otras condiciones, como los hongos en las uñas o el pie de atleta. Frecuentar ambientes en los que hay mucha humedad y calor, pues son muy propicios para que el VPH prospere. Usar toallas, zapatos o calcetines de otras personas. Haber sufrido esta condición previamente. Tener un sistema inmunitario debilitado. Tratamiento para las verrugas plantares Debido a que las verrugas en los pies son producidas por el virus de papiloma humano, en algunos casos el sistema inmune es capaz de combatir el virus, lo que hace que la verruga desaparezca por sí sola al cabo de unos meses o años. Sin embargo, como normalmente esta lesión causa dolor y molestias, lo más recomendable es tratar la verruga plantar para eliminarla efectivamente y acabar con las molestias. Además, si no la tratas aumentan las posibilidades de que contagies a otras personas o incluso de que puedas desarrollar nuevas verrugas en otras zonas del pie, por eso es tan importante optar por una solución efectiva. Existen distintas formas de atender este problema, como la aplicación de productos tópicos de venta en farmacias, o tratamientos médicos profesionales para aquellos casos en los que las verrugas se hayan extendido. En la farmacia podrás encontrar alternativas para el tratamiento de verrugas plantares, como el de la gama Scholl, inspirado en el método de congelación por nitrógeno para eliminar verrugas plantares en adultos y niños a partir de 4 años. Cumple con la normativa de producto sanitario. Cómpralo ahora Tu farmacéutico podrá aconsejarte acerca de los productos adecuados para quitar las verrugas en los pies, pero recuerda que para conseguir los resultados deseados siempre es importante seguir las recomendaciones del prospecto. En caso de que una opción de venta en farmacias no te funcione, deberás acudir a un especialista para eliminar las verrugas plantares de raíz. Del mismo modo, si tienes varias verrugas en los pies también es importante visitar a un especialista. El médico podrá tratar las verrugas plantares con distintas opciones, desde el uso de ácido salicílico pasando por la terapia de congelación, el láser o una pequeña cirugía para eliminar la verruga. Los remedios naturales para verrugas en los pies no se recomiendan Aunque es posible que hayas leído que existen remedios naturales o caseros para eliminar verrugas plantares, lo cierto es que su uso no se recomienda. Este tipo de remedios naturales no cuentan con eficacia comprobada y pueden causar daños en la piel. Al usarlos la verruga no se eliminará y, además, corres el riesgo de propagar el virus a otra zona del pie sin querer. Si tienes una verruga en el pie usa un tratamiento farmacéutico para eliminarla o visita al médico para otra solución. Cuándo ir al médico por una verruga en el pie Si en el pasado has tenido verrugas plantares o tienes seguridad que se trata de este tipo de lesión, es posible aplicar directamente un tratamiento de farmacia para eliminarla. Sin embargo, hay ocasiones en las que puede ser necesario visitar al médico antes de optar por un tratamiento específico. Te recomendamos consultar con un dermatólogo si: Sufres de diabetes o problemas circulatorios. No estás seguro si se trata de una verruga en el pie. Después de tratar la verruga con productos farmacéuticos, esta sigue ahí e incluso se multiplica. La verruga cambia de aspecto o de color de forma repentina. Sangras de forma constante. La lesión está causando mucho dolor. Sientes poca sensibilidad en los pies. Si tienes múltiples verrugas en el pie. Si tienes algunos de estos síntomas, es imprescindible que acudas a un profesional sanitario para que ponga una solución a tu problema con las verrugas plantares. *Footcare Issues, incidence & treatment rates. Harris Interactive. Global Report: March 2018.
¿Sabías que 7 de cada 10 personas sufrirán infecciones de hongos en los pies y un 45% tendrá episodios recurrentes durante más de 10 años? Dentro de este tipo de infecciones encontramos el pie de atleta o tiña del pie, una enfermedad que se produce por la propagación en los pies de unos hongos conocidos como dermatofitos, que se alojan especialmente entre los dedos y en la planta del pie. ¿Quieres saber cómo preveir el pie de atleta ? Sigue leyendo porque en este artículo te explicamos cómo se contagia la tiña en el pie, sus síntomas y el tratamiento más adecuado. ¿Por qué tengo pie de atleta? El contagio del pie de atleta se produce habitualmente cuando frecuentamos espacios públicos húmedos y calurosos como piscinas, saunas o duchas, sin utilizar chanclas o zapatos propios para el agua. Este tipo de ambientes favorecen la proliferación de hongos, mucho más cuando los transitamos con frecuencia y sin la protección adecuada. Además, los hongos en los pies se presentan con mayor frecuencia si: No secas tus pies adecuadamente después del baño, especialmente entre los dedos. Es importante dedicar tiempo a secar la zona para evitar que la humedad se quede acumulada y favorezca la proliferación de hongos. Utilizas con frecuencia calzado cerrado que no ventila adecuadamente, especialmente cuando realizas deporte. Es básico elegir calzado deportivo de calidad que facilite la ventilación de la zona, así como calcetines de algodón que permitan que el pie respire. Usas calcetines de materiales que no permiten la adecuada transpiración de los pies. En este caso lo más recomendable es usar calcetines de algodón. Presentas mucha sudoración en los pies. Los ambientes húmedos y cálidos son ideales para los hongos que ocasionan el pie de atleta, por eso es recomendable controlar la sudoración de la zona con un antitranspirante para pies. Compartir objetos de uso personal, como toallas, zapatos o calcetines, pues esto facilita la transmisión del hongo en caso de que la otra persona lo tenga. Tienes con frecuencia pequeñas lesiones en los pies como cortes o heridas, lo que facilita la entrada del hongo en la piel. Principales síntomas Debido a que el pie de atleta es una condición contagiosa, es importante detectarla a tiempo para empezar lo antes posible su tratamiento. Pero, ¿cómo sé que tengo pie de atleta? A continuación, te explicamos los síntomas del pie de atleta según su evolución: Erupciones en la piel En las primeras fases de esta afección podrás notar unas erupciones en la piel de los pies, especialmente entre los dedos, que destacan por ser escamosas y rojizas. Descamaciones y picores También es muy común que puedan aparecer tanto descamaciones como picores en la piel afectada que se vuelven más intensos tras descalzarte. Inflamación y pústulas Cuando los hongos están más avanzados, pueden aparecer tanto úlceras como ampollas en los pies. También podría producirse una descamación. Propagación del hongo a otras zonas En las últimas fases del pie de atleta, puede extenderse al otro pie o incluso a las uñas, produciendo así los hongos en las uñas. Las erupciones en la piel, junto con las descamaciones y picores, son los primeros síntomas del pie de atleta ¿Cómo tratar el pie de atleta? Como ya hemos adelantado, es recomendable tratar el pie de atleta a tiempo, ya que de no ser así podría extenderse a otras partes del cuerpo. Sin embargo, no debemos aplicar remedios caseros, pues los hongos son microorganismos muy resistentes que requieren de un tratamiento especial para su eliminación. Es aconsejable consultar con su farmacéutico si sospecha que tiene pie de atleta y antes de usar cualquier medicamento. Por ejemplo, Scholmed es un medicamento que está indicado para el tratamiento de la tinea pedis o pie de atleta en adultos. La crema para el pie de atleta Scholmed con Terbinafina, un principio activo fungicida de amplio espectro que combate el pie de atleta en tan solo 7 días con una aplicación fácil y rápida (1-2 aplicaciones al día). Se debe consultar a un médico si empeora o si no mejora después de 7 días de tratamiento. Este medicamento está indicado para mayores de 18 años, lee las instrucciones de este producto y consulta al farmacéutico. Scholmed es un medicamento de Reckitt Benckiser Healthcare S.A. Cómo prevenir el contagio de pie de atleta o evitar que se extienda Aunque es importante que conozcamos los tratamientos para curar el pie de atleta, también lo es el hecho de saber cómo podemos prevenir o evitar que los hongos en los pies se extiendan. Si aún no te has contagiado o si quieres evitar una reinfección, sigue los siguientes consejos para prevenir la tiña en el pie: Mantén tus pies secos (sobre todo entre los dedos): es aconsejable que los seques bien después del baño y que airees tus pies para que no se acumule humedad en esta zona. No vayas descalzo en lugares públicos: como hemos indicado, las saunas, duchas comunitarias o piscinas públicas son los ambientes que más favorecen la propagación de hongos. Cambia de manera frecuente tanto calcetines como medias: ten en cuenta que en esta prenda se puede acumular el sudor desprendido por los pies durante todo el día, lo cual es un factor que favorece la aparición de estos hongos. Utiliza zapatos que te ayuden a sudar menos: para evitar el contagio o su propagación, es recomendable que uses calzados fabricados con materiales transpirables. Ventila tus zapatos y altérnalos: se recomienda ventilar los zapatos tras el uso e ir alternando el calzado para evitar que el sudor se quede acumulado, favoreciendo un ambiente ideal para la propagación de hongos. Nunca compartas tu calzado: si una persona infectada usa tus zapatos, estarás aumentando el riesgo de contagio. Tampoco compartas otros objetos de uso personal como calcetines o toallas. Cuándo consultar al médico Antes de usar cualquier medicamento para el pie de atleta, se recomienda consultarlo con tu médico. Para el buen uso del mismo, es importante que sigas instrucciones del prospecto. Lea las instrucciones de este medicamento y consulte al farmacéutico, Scholmed es un medicamento de Reckitt Benckiser Healthcare S.A. Fuentes: A Closer Look At Topicals for Tinea Pedis
Los hongos en las uñas, también llamados onicomicosis, aparecen debido a una infección fúngica que puede afectar tanto a las uñas de las manos como a la de los pies. La infección avanza lentamente y los síntomas van apareciendo poco a poco, por lo que muchas personas tardan en darse cuenta que tienen uñas con hongos Sin embargo una vez que lo detectamos es básico comenzar el tratamiento, pues esta condición no desaparece por sí sola, por el contrario el hongo irá avanzando en la uña hasta afectar por completo su apariencia. En casos más evolucionados, es posible perder la uña a causa de un hongo, ¡por eso es importante tratarlo rápido! Si quieres saber más cosas acerca de la onicomicosis, sigue leyendo este artículo de Scholl donde te explicamos en qué consiste esta infección, cómo se contagian y la forma de eliminar los hongos en las uñas. ¿Qué son los hongos en las uñas u onicomicosis? La onicomicosis es producida por la proliferación de hongos en las uñas, ya sea las de las manos o las de los pies, aunque suele ser más común que se formen hongos en las uñas de los pies debido a que nuestros pies suelen estar húmedos y cálidos al estar tapados por calcetines y zapatos, el ambiente ideal para que esta infección prolifere. Esta condición es bastante frecuente, de hecho, el 12% de la población sufre de hongos en las uñas, pero solo el 88% se trata. Se caracteriza tanto por ser contagiosa como por alterar la forma y el color de las uñas, afectando de forma importante su estética. Es importante tratarlos lo antes posible para recuperarnos completamente de esta infección. De lo contrario, tanto el tratamiento como la recuperación se pueden volver tareas mucho más complicadas. De hecho, si no tratamos adecuadamente esta infección fúngica, corremos el riesgo de que finalmente se dé un desprendimiento total de la uña afectada, provocando a su vez otros síntomas como dolor crónico y la posible infección de otras uñas. ¿Cuál es la causa de los hongos en las uñas? Los hongos en las uñas son una infección que está causada principalmente por la proliferación de unos microorganismos denominados como dermatofitos, aunque también podría producirse por otros agentes fúngicos como mohos y levaduras. Estos microorganismos cuentan con la capacidad de invadir áreas de nuestra piel formadas por queratina, como es el caso de las uñas y el pelo. Existen algunos factores que aumentan el riesgo de padecer hongos en las uñas. Entre ellos, encontramos: Andar descalzo en lugares públicos Caminar sin calzado en espacios como duchas comunitarias, piscinas o vestuarios es uno de los factores de riesgo más frecuentes de esta condición y de otras como los hongos en los pies. Los lugares húmedos y cálidos son ideales para la proliferación de hongos, y si transitamos por ellos descalzos aumentamos las posibilidades de contagio, especialmente cuando muchas personas transitan por esas zonas. Siempre debemos usar chanclas o zapatos de agua en este tipo de espacios para prevenir no solo hongos sino también el papiloma en el pie. Mucho sudor en los pies La acumulación de humedad puede provocar la aparición de estos agentes, pues crea un ambiente apto para ellos. En estos casos se recomienda el uso de zapatos de calidad y calcetines de algodón que favorezcan la ventilación del pie. Tener o haber tenido hongos en los pies Haber padecido anteriormente hongos en los pies, también llamado pie de atleta, o tener actualmente la infección activa, puede favorecer la aparición de hongos en las uñas de los pies y manos, pues al estar en constante contacto con el hongo podemos favorecer que se propague a otras zonas, como las uñas. Padecer de lesiones en la piel o uñas Las pequeñas heridas en la piel cerca de las uñas, un golpe en la propia uña o enfermedades que generan daños en la piel, como la psoriasis, hacen que aumente el riesgo de hongos en las uñas pues la infección puede entrar mediante este tipo de lesiones. El envejecimiento de las uñas Debido a la edad nuestras uñas se pueden volver más secas y frágiles, lo cual da lugar a grietas por las que pueden ingresar estos hongos. Otros factores Como tener diabetes, un sistema inmunológico debilitado o problemas de circulación pueden dar lugar a la presencia de hongos en esta zona. ¿Cómo saber si tienes hongos en las uñas? Los síntomas de hongos en las uñas dependerán de qué tan evolucionada esté la infección. Las señales más habituales son: Cambios en el color de la uña: en el estado inicial, generalmente la uña suele presentar un tono blanquecino con líneas amarillas. La uña se vuelve más gruesa: a medida que el hongo avanza, la uña se vuelve mucho más gruesa y con un tono cada vez más marrón. Fragilidad y cambios en la forma de la uña: el avance de la infección comienza a causar debilidad en la uña, lo que hace que se agriete. Además, poco a poco se va produciendo un cambio en la forma de la misma. Olor desagradable: debido a la presencia de los hongos en las uñas, cuando la infección ha avanzado comenzará a desprender un olor ligero que puede resultar desagradable. Desprendimiento de la uña: en un estado avanzado de la infección, la uña puede llegar a desprenderse por completo. Este síntoma puede provocar otras molestias como dolor, enrojecimiento, inflamación y picor alrededor de la uña. Los cambios en el color son uno de lo síntomas iniciales de hongos en las uñas Tratamiento de los hongos en las uñas Los tratamientos para hongos en las uñas a aplicar dependerá de si este microorganismo ha afectado o no a la raíz de la uña. Si el hongo ha afectado la raíz o está muy avanzado, deberás acudir a un podólogo. Si no ha afectado la raíz de la uña, la solución consistirá en un antifúngico de aplicación local que puede comprarse en farmacias sin prescripción médica. En cualquiera de los dos casos, eliminar un hongo en la uña toma tiempo y deberás aplicar el medicamento de forma constante y según las instrucciones del producto para acabar con este microorganismo. En Scholl contamos con una amplia gama de productos para el cuidado de tus pies, como nuestro tratamiento para los hongos en las uñas, con una fórmula científicamente probada que ayuda a combatir la infección y prevenir su extensión, ofreciendo resultados visibles en cuatro semanas siempre que se sigan las instrucciones de aplicación presentes en el prospecto. Consulta con el farmacéutico y recuerda que, en caso de padecer diabetes, debes consultar siempre con tu médico antes de aplicar cualquier producto en tus pies. Cumple con la normativa de productos sanitarios. Cómpralo ahora No uses remedios caseros para los hongos en las uñas Caer en la tentación de aplicar remedios caseros para los hongos en las uñas es algo común, sin embargo no es recomendable. Los hongos son microorganismos altamente resistentes y la forma de combatirlos es con tratamientos específicos desarrollados profesionalmente. Opciones como el ajo, el vinagre, el limón o el aceite de oliva no tienen eficacia probada matando al hongo. Si utilizas este tipo de remedios naturales, en lugar de eliminar el hongo en la uña solo conseguirás que el mismo siga desarrollándose y avanzando. Cuanto más tardes en tratar los hongos con un medicamento, más daño sufrirá la uña y más tiempo tomará que recupere su salud. Cómo prevenir hongos en las uñas Es posible tomar algunas medidas para reducir el riesgo de contraer esta infección. Para evitar hongos en las uñas, es recomendable que sigas estos consejos: Usa calzado y calcetines de calidad, elaborados con materiales que permitan a tus pies transpirar adecuadamente. Lava tus manos y pies frecuentemente, especialmente entre los dedos. Seca muy bien los pies tras lavarlos, especialmente entre los dedos y en las uñas. La humedad acumulada en el pie de forma frecuente puede dar lugar a la formación de hongos. Cambia de calcetines cada día y si sudas mucho, incluso dos veces al día. Si sufres de sudoración en la zona, se recomienda el uso de desodorantes para los pies que ayuden a controlar el problema. Usa siempre chanclas o zapatos de agua en duchas y piscinas públicas. Corta tus uñas con una forma recta y desinfecta los utensilios que utilices para este proceso con alcohol una vez que hayas terminado. ¿Cuándo consultar con el médico? Si detectas la infección a tiempo puedes consultar al farmacéutico y aplicar un tratamiento de hongos en las uñas de venta en farmacias. Sin embargo si no estás seguro de que se trata de un hongo en la uña o si el mismo ha avanzado hasta afectar severamente el color y apariencia de la misma, deberás acudir al médico lo antes posible para un diagnóstico más certero con el fin de eliminar esta condición. Fuentes: Footcare Issues, Incidence & Treatment Rates. Harris Interactive. Global Report, March 2018.
Cuidar las rodillas no es una cuestión menor pues se trata de una articulación que tiene un papel fundamental en la movilidad. Además, está sometida a una considerable tensión, ya que sufre el impacto producido al caminar, a la vez que carga con el peso del tren superior del cuerpo. De ahí, la importancia de cuidarlas y de seguir los consejos para evitar el dolor de rodillas. La forma en la que caminamos puede afectar nuestras rodillas Aunque puede pasar desapercibido, existe un vínculo entre tu forma de andar, es decir, tu pisada, y las molestias en la rodilla. Se debe a la tensión que sufre esta articulación al andar. Por tanto, condiciones vinculadas a los pies pueden ocasionar dolor de rodillas al andar. Diagnosticarlas, tratarlas y prevenirlas ayuda a evitar el dolor de rodillas. Entre las condiciones asociadas a los pies que pueden causar dolor de rodillas encontramos: Sufrir ciertas patologías en los pies Son varias las alteraciones de los pies que pueden influir en la forma en la que caminamos y, por tanto, acabar ocasionando molestias en esta articulación. Algunas de ellas son: Los juanetes, donde el hueso del dedo gordo se posiciona hacia el exterior. Los dedos martillo, una malformación en la que los dedos adoptan forma de zeta. La fascitis plantar, que es la inflamación del tejido de la planta del pie que une talón y dedos. Anomalías como el pie cavo o el plano, las cuales también repercuten en el modo en el que pisamos. Padecer de problemas en la pisada Situaciones como las anteriores implican un mal apoyo del pie para evitar sentir dolor, lo que acaba por dañar otras articulaciones, como la rodilla, sometida a sobresfuerzo. Además, otras condiciones como una pronación excesiva pueden también aumentar la tensión que ejercemos sobre las rodillas al andar, ocasionando molestias. Cuidar las rodillas pasa por conseguir una pisada correcta. Tener alteraciones en la marcha Además de los problemas mencionados, las dificultades al caminar tienen el mismo efecto sobre la rodilla. Por ejemplo, andar arrastrando los pies o los dedos, caminar con los pies apuntando excesivamente hacia afuera o sufrir cualquier lesión en las articulaciones o en algún punto de las piernas o los pies que afecta el modo en el que andamos, y pueden causarnos dolor de rodillas. Solo con apoyar más un pie que otro ya se genera más presión en la rodilla con las consiguientes molestias. Cómo evitar el dolor de rodillas El dolor de rodillas es un trastorno relativamente común que puede desencadenarse tan solo como consecuencia del desempeño de actividades cotidianas. Para cuidar las rodillas y evitar que sufran daños lo principal es la prevención. Si te preguntas cómo prevenir el dolor de rodillas, ten en cuenta estos consejos: Utiliza zapatos de calidad que amortigüen tu pisada Para el uso diario y para practicar deporte, presta atención a tus zapatos. Son el primer paso para evitar el dolor de rodillas. El calzado más recomendable es aquel que ofrece un mejor apoyo para el pie, de forma que el peso se distribuye por toda su superficie, se amortigua el impacto al caminar, reduciendo, por tanto, la presión. Por otra parte, el pie debe quedar bien sujeto, ya que un excesivo balanceo repercute directamente en la rodilla. Por otro lado, los tacones altos están desaconsejados. Usa plantillas para aliviar el dolor de rodillas Si sientes dolor de rodillas al andar, se aconseja el uso de plantillas. Las plantillas Scholl In-Balance para aliviar el dolor de rodilla y talón están confeccionadas por expertos en biomecánica, se adaptan a todo tipo de calzado y pueden usarse a diario. Absorben la tensión que provoca el impacto al andar sobre la parte inferior del cuerpo, ofrecen superficie de apoyo, de forma que el peso se reparte equilibradamente, reduciendo la presión y estabilizan la postura del pie para mantener la manera natural de caminar. Cómpralas ahora Cumplen con la normativa de productos sanitarios Estas plantillas biomecánicas de Scholl están indicadas para aliviar el dolor de rodillas causado por la tensión al anda y que puede empeorar tras períodos de actividad o después de un día entero de pie. Realiza actividad física para fortalecer las rodillas El ejercicio regular es esencial para mantener cuidadas y en buena forma las articulaciones. En el caso de la rodilla, se recomienda que la actividad física sea frecuente y moderada. Hay que evitar actividades que provocan impacto sobre esta articulación si se han sufrido lesiones de rodilla en el pasado. Ejemplos de actividades aptas son caminar, nadar, pedalear o practicar ejercicios aeróbicos como el jumping, la elíptica o el patinaje. Si escoges practicar deportes de impacto para la rodilla, es fundamental un calzado adecuado y hacerlo con una intensidad moderada. La mejor forma de prevenir lesiones es realizar un correcto calentamiento previo, sea cual sea el ejercicio a ejecutar. Si lo necesitas, utiliza rodilleras. Controla tu peso Tanto el sobrepeso como la obesidad implican que las rodillas deben soportar una carga mayor. De ello, pueden derivarse lesiones y molestias. Seguir una alimentación saludable y evitar el sedentarismo practicando deporte de manera regular son las bases para mantener un peso ideal que no incremente los riesgos sobre las rodillas. Mueve las piernas Si no tienes más remedio que pasar horas sentado durante tu jornada laboral, cada poco tiempo asegúrate de mover las piernas. Si desempeñas tu tarea de pie, descansa y mueve las piernas regularmente. Elige calzado ligero y que no pese demasiado Además de las indicaciones ya señaladas con respecto al calzado ideal, es importante que optes por zapatos poco pesados. Cuanto más peso alcancen, más esfuerzo se requiere al caminar y más peso cargan las rodillas cada vez que realizan el movimiento de levantar los pies. Los zapatos sencillos de materiales de calidad son la mejor elección. Visita a un podólogo si tienes problemas de pisada Cualquier alteración en los pies o en tu manera de caminar que no remite es motivo de consulta con el especialista. Patologías como juanetes o pie cavo mejoran si reciben el tratamiento adecuado. Es la mejor manera de evitar el dolor de rodillas. Modera las actividades que pueden impactar en tus rodillas Así como numerosos ejercicios son adecuados para mantener sana la rodilla, otras actividades producen un fuerte impacto en la misma, por ello, se desaconsejan. Correr por la montaña o por cualquier terreno irregular o en cuesta, bajar un número elevado de escaleras o correr descalzo se encuentran entre los ejercicios a evitar para proteger las rodillas. Visita al médico si tienes dolor de rodilla intenso o frecuente Si tu dolor de rodilla no remite a pesar de seguir las recomendaciones, ha llegado la hora de acudir a un especialista. Este profesional es el indicado para descartar cualquier patología en la zona y establecer tanto el diagnóstico como el tratamiento adecuado.
Los pies son la parte de nuestro cuerpo que más peso soporta, por esta razón molestias como el dolor de talón o talalgia pueden presentarse de forma habitual, indicando que es momento de prestar atención al cuidado que le damos a nuestros pies. Para aliviar el dolor de talón de forma efectiva, lo primordial es detectar cuál es la causa de la molestia y qué hábitos condiciones pueden estar ocasionando el problema. Señales como dolor de talón al apoyar el pie o el dolor de talón al levantarnos tras muchas horas en reposo, pueden indicar diferentes condiciones. Hacer cambios en nuestra rutina diaria y visitar a un médico en casos en los que la molestia impide que apoyemos el pie de forma adecuada, son algunas de las recomendaciones para quitar el dolor de talón que deberás tener en cuenta. Pero no son las únicas, en este artículo de Scholl te explicamos las causas más comunes de esta condición, los síntomas a los que debes prestar atención y qué hacer para aliviar la talalgia. Causas del dolor en el talón más comunes Ante la duda de qué puede causar dolor en el talón del pie, la respuesta es variada. Y es que al ser una zona del cuerpo que soporta no solo nuestro peso sino también los impactos de actividades como correr o caminar, son muchas las condiciones que podrían ocasionar las molestias. Estas son las causas del dolor de talón más frecuentes: Uso de calzado inadecuado Utilizar con frecuencia calzado que no ofrece un buen soporte o amortiguación a nuestros pies, especialmente cuando caminamos mucho en el día a día o al realizar actividades de impacto como correr, es una de las causas más comunes de la talalgia. Este hábito genera sobrecargas en el talón, lo que acaba produciendo inflamación y molestias. Otra causa relacionada con el calzado es el uso excesivo de tacones altos, que pueden causar dolor en la zona al andar o pasar mucho tiempo de pie. Evalúa el tipo de calzado que utilizas para hacer deporte o en el día a día, y elige modelos de calidad acorde con tus actividades. Si es el caso, modera el uso de tacones y utiliza plantillas para mejorar la amortiguación, como por ejemplo las plantillas para tacones muy altos de Scholl. Golpes o impactos en la zona Un salto en el que hemos golpeado el talón con el suelo sin la correcta amortiguación, correr con mucha frecuencia en superficies duras y sin la protección adecuada o cualquier golpe violento en esta zona, puede desencadenar dolor en el talón. Si este ha sido el caso, lo recomendable es reposar y evitar las actividades de impacto hasta que el dolor disminuya. Para desinflamar la zona aplica frío en el talón durante 15 minutos varias veces al día. Fascitis plantar La fascitis plantar es una de las causas del dolor de talón más comunes. Se produce cuando el ligamento conocido como fascia plantar se inflama, normalmente debido a un exceso de sobrecarga en la zona. Los síntomas característicos de esta condición son dolor en el talón al despertar cuando damos los primeros pasos, y que va disminuyendo a medida que caminamos, dolor en el talón tras el reposo o después de realizar actividades de impacto como correr. También podemos manifestar inflamación y enrojecimiento en la zona. La fascitis plantar puede presentarse por distintos motivos: Realizar actividades de impacto constante, como correr. Tener sobrepeso, pues aumentamos la presión sobre la fascia plantar. Realizar un sobreesfuerzo repentino que acabe cargando la zona. Padecer de pie cavo, es decir tener el arco del pie muy pronunciado. En nuestro artículo Cómo tratar la fascitis plantar te explicamos más acerca de esta condición y la forma de aliviarla. Tendinitis de Aquiles La tendinitis de Aquiles se produce cuando el tendón de Aquiles, que une los músculos de la pantorrilla al talón, se inflama o provoca dolor debido a una lesión por sobrecarga. Es especialmente común en corredores que incrementan la intensidad de su entrenamiento de manera repentina. También suele afectar a aquellas personas que practican deportes de impacto, como correr, o jugar al tenis, de forma ocasional, por ejemplo una vez a la semana. El principal síntoma es el dolor en la parte de atrás del talón o en el tobillo, zona en la que se ubica el tendón de Aquiles, tras la actividad física. También puede presentarse rigidez en esta zona tras largos períodos de reposo, por ejemplo cuando despertamos. Espolón calcáneo Un espolón calcáneo es una protuberancia ósea de calcio que se forma debajo del hueso del talón. El espolón en la planta del pie es una de las causas frecuentes que ocasionan dolor en el talón y se presenta como una consecuencia de una fascitis plantar que no ha sido tratada. Este crecimiento óseo se produce cuando las fascia plantar, por el exceso de presión, comienza a presentar microroturas, las cuales acaban por calcificarse y originar esta protuberancia. Los síntomas son similares a los de la fascitis plantar pero además podemos sentir pinchazos en otras zonas del pie. Un espolón requiere de atención médica para su diagnóstico y tratamiento. Además de las condiciones mencionadas anteriormente, otras de las cusas del dolor en el talón pueden ser: Esguinces y distensiones: Los esguinces y las distensiones son lesiones que suelen tener su origen en la actividad física. Dichas lesiones son comunes y pueden provocar un dolor en el talón leve o intenso. Fractura: Una fractura es la rotura de un hueso. Esta situación se considera una urgencia médica y requiere cuidados urgentes. Bursitis: Las bursas son bolsas llenas de fluido que se encuentran entre las articulaciones. Dichas bolsas rodean las zonas donde los tendones, la piel y el tejido muscular se unen a los huesos. Artritis: La artritis provoca inflamación en las articulaciones y puede producir dolor en el talón y en los pies. Consejos aliviar el dolor en el talón Ahora que ya conoces las causas de la talalgia más comunes, es momento de aclarar qué hacer para quitar el dolor de talón y aliviar las molestias. En primer lugar, ten en cuenta que es imprescindible visitar a un médico en el caso de dolor de talón producido por fracturas, esguinces, espolón calcáneo, bursitis o artritis. También deberás visitar a un médico si el dolor no disminuye o aumenta tras una semana siguiendo las recomendaciones que te damos a continuación: Aplica frío para desinflamar la zona Cuando se trata de desinflamar y quitar el dolor de talón, el frío e sun gran aliado debido a que la mayoría de las molestias en la zona se producen por sobrecarga. Por ello te recomendamos aplicar frío en la zona del talón y el arco plantar durante 15 minutos al menos dos veces al día, si es posible más. Esta simple recomendación para quitar el dolor de talón te ayudará a reducir la inflamación de la zona y mejorar los síntomas. Usa calzado con la amortiguación y ajuste apropiados Un calzado adecuado para caminar proporciona soporte al arco plantar y amortigua el impacto del pie con el suelo, por lo que es esencial que tu calzado sea adecuado, especialmente cuando realizas deporte o caminas largas distancias. Si corres o practicas otras actividades de impacto, elige zapatos especiales para esa actividad deportiva, pues están diseñados especialmente para proporcionarte la amortiguación que necesitas. Además, el hábito de utilizar sandalias con frecuencia planas puede aumentar la probabilidad de sufrir dolor en la planta del pie y el talón. Es importante asegurarse de utilizar un calzado bien ajustado. Utiliza plantillas Las plantillas son un método eficaz y discreto de caminar más cómodamente sin tener que cambiar todos tus zapatos. Las plantillas se ajustan al interior del calzado y absorben el impacto en los pies al actuar como amortiguador entre el pie y la suela del zapato. Las plantillas Scholl In-Balance para el dolor de talón ofrecen apoyo estructural al arco para reducir el balanceo excesivo del pie hacia dentro, ayudan a absorber la tensión que se genera en los pies y rodillas por el impacto y reducen la presión en los pies ofreciendo un mejor apoyo que permite repartir el peso del cuerpo de forma más equilibrada. Esta gama de plantillas biomecánicas de Scholl ha sido desarrollada por expertos biomecánicos para aliviar el dolor de talón al final de una larga jornada o en los primeros pasos del día, por lo que pueden ayudarte a reducir las molestias generadas por esta condición. Cómpralas ahora Cumple con la normativa de productos sanitarios Rota tu calzado con frecuencia Usar los mismos zapatos cada día te puede pasar factura. Es mejor rotar entre varios zapatos para reducir el desgaste de los mismos y asegurarte una buena amortiguación y sujeción por más tiempo. Haz ejercicios de calentamiento para el talón y la fascia plantar Un rápido calentamiento antes de salir a caminar puede ser una excelente rutina diaria, en especial para prevenir el dolor en los talones y también el dolor en la planta del pie. Una buena opción es rodar una pelota bajo tu pie durante algunos minutos para calentar la zona y prepararla para la caminata. También puedes llenar una botella de agua con arroz y rodarla hacia adelante y hacia atrás con el arco plantar. Ambos son buenos ejercicios para la fascitis plantar y también para calentar la zona antes de la actividad física. Reposa para aliviar el dolor de talón Si tienes dolor en el talón del pie, es importante que le des descanso. Reduce las distancias que caminas y, al llegar a casa al final del día, relájate colocando los pies en una posición elevada. También es importante que controles la actividad física que realizas. En lugar de hacer actividades de impacto como correr, opta por otras como la elíptica y ejercita el tronco superior para seguirte manteniendo en forma. Si continuas sobrecargando el talón, el dolor evolucionará hasta una patología más seria, por lo que es importante cuidarte y prestar atención. Reduce el peso que cargas Si en tu día a día sueles moverte a pie y cargas con muchas cosas, este hábito puede que aumente la presión en tus pies y articulaciones. Cuanto más peso lleves en el bolso o en el maletín, más probable es que lo notes en la parte inferior de tu cuerpo. En la medida de lo posible, trata de aligerar la carga. Cuidado con caminar descalzo en suelos duros Cuando llega verano, nos encanta caminar descalzos por la playa, la piscina o sobre el césped. Sin embargo, si caminas descalzo en especial sobre superficies duras, puedes estar eliminando la sujeción que tus pies tanto necesitan. Para evitar que esto suceda, también puedes usar las discretas y cómodas plantillas de gel en las sandalias y, en el caso de las chicas, añadirlas incluso a los zapatos de tacón de punta abierta. Y aunque no todo el mundo usa calzado en casa, quizá deberías planteártelo, sobre todo si tu suelo es de baldosas. Con unas zapatillas acolchadas que te ofrezcan sujeción, debería ser suficiente. Si tienes dolor, transita por superficies más suaves Cuando tenemos dolor en el talón, las superficies de hormigón pueden ser nuestras enemigas, pues al ser tan duras acaban pasando factura a tus pies con el tiempo. En estos casos, la mejor opción es buscar una ruta alternativa y transitar por superficies más suaves, como las de hierba o tierra. Tus pies lo agradecerán. Mantén un peso saludable Tu peso corporal juega un papel importante incrementando la presión que ejercemos sobre esta zona. Por eso es fundamental mantener un peso corporal saludable. Es un consejo habitual de médicos y especialistas, y no solo para reducir el riesgo de sufrir dolor en los talones, sino también para tener una condición física adecuada que permita a tu cuerpo recuperarse mejor de otras distensiones y lesiones. Caminar es una excelente manera de mantenerse en forma, descubrir nuevos lugares y disfrutar del mundo que nos rodea. Pero cuando sientas los primeros signos de dolor en el talón, no los ignores. Plantéate seguir los consejos que te acabamos de dar antes de que los síntomas empeoren. Paso a paso, puedes mejorar tu experiencia al caminar. Si tienes alguna duda, sientes alguna incomodidad desde hace tiempo o sufres dolor, consulta con tu médico.
La fascitis plantar es como se conoce a la inflamación de la fascia de la planta del pie, siendo una patología común en personas que practican deportes de impacto, así como en quienes no pisan correctamente y fuerzan los músculos y articulaciones de la zona al andar o correr. Como es una inflamación muy molesta y que obliga a reducir la actividad en el día a día, debido al dolor generado al pisar, es recomendable conocer cómo tratar la fascitis plantar, así como en qué ocasiones acudir al médico. Si quieres saber cuáles son las mejores formas de curar la fascitis plantar, sigue leyendo este artículo de Scholl en el que te lo explicamos todo. Qué es la fascitis plantar La fascia es un tejido o membrana que recubre los músculos de todo el cuerpo, protegiéndolos y reforzándolos. Concretamente, la fascia plantar forma parte de la estructura del pie, cumpliendo una función biomecánica al caminar al proteger los músculos de la planta del pie, ayudar a sostener el arco plantar y contribuir a redistribuir el impacto que reciben nuestros pies al pisar. De igual forma, ayuda a proteger a los huesos metatarsianos para que no exista una flexión dorsal de los dedos excesiva. Cuando este tejido elástico se inflama se presenta la fascitis plantar, una patología que causa dolor al andar. Así, la función de la fascia a la hora de caminar es esencial, por eso resulta tan importante curar la fascitis plantar y prevenir su reaparición. ¿Por qué tengo fascitis plantar? Las causas por las que aparece la fascitis plantar son varias. Esta patología aparece con mayor frecuencia en el caso de deportistas que corren habitualmente sobre superficies irregulares o con un calzado sin el soporte adecuado, pero también suele aparecer en personas que padecen pie plano y también en quienes sufren de pie cavo. Además, se manifiesta con mayor incidencia en pacientes mayores de 45 años y en quienes tienen exceso de peso, pues a mayor índice de masa muscular más peso deben soportar los pies. Síntomas de la fascitis La persona afectada sentirá, como síntoma principal de este problema, un dolor agudo en la planta del pie, especialmente al caminar o correr. Este dolor suele ir acompañado de otros síntomas como: Enrojecimiento Una mayor sensibilidad Hinchazón leve Agarrotamiento En cuanto nos damos cuenta de alguno de estos síntomas es importante empezar a tratar la fascitis plantar. La patología puede agudizarse hasta el punto de poder dificultar la vida de una persona que tenga que caminar cada día, practique deporte o permanezca mucho tiempo de pie. Claves para tratar la fascitis plantar El dolor que provoca la fascitis plantar puede resultar muy incómodo e, incluso, puede incapacitar para el día a día. Aquí te mostramos algunas claves para tratarla. Es de vital importancia descansar de 3 a 7 días lo máximo posible para evitar que el dolor empeore. La elección del calzado y el uso de plantillas es fundamental en el tratamiento de la fascitis plantar. El calzado deber ser cómodo y ajustarse adecuadamente al pie, respecto a las plantillas, las mismas ayudarán a reducir el impacto sobre la fascia, facilitando la recuperación. La aplicación de frío y calor es un método muy efectivo durante los primeros días. Conviene aplicar de 3 a 4 veces al día hielo en la zona durante 10 minutos y luego aplicar calor otros pocos minutos. Los masajes y ejercicios de estiramientos ayudan a aliviar la tensión y reducir la hinchazón. Las férulas pueden ser otra alternativa para tratar la fascitis plantar. Es posible emplearlas durante la noche o el día y su objetivo es mantener estirada la fascia. Una vez que me cure ¿puedo volver a tener fascitis? Efectivamente, la inflamación de la fascia de la planta del pie puede volver a aparecer si no se lleva un estilo de vida saludable y la persona no tiene un cuidado adecuado de sus pies. La estructura muscular puede debilitarse ante cualquier cambio, por ejemplo por cambiar el calzado o por un mal gesto, dando lugar a una fascitis. Incluso puede trabajar bastante tiempo de una manera irregular e incómoda, debido al proceso de debilitamiento, hasta que finalmente sucede la inflamación. Da igual la causa, esa zona concreta del pie es un punto débil que puede volver a sufrir una inflamación, ya que lo usamos constantemente. La prevención, aunque pueda parecer algo complicada en principio, es totalmente posible. Lo que hay que hacer es evitar cargar el pie de manera innecesaria y apostar por un estilo de vida activo, evitando el sedentarismo y el aumento de peso.
¿Te preguntas cómo quitar el dolor de pies cansados y reducir las molestias en esta zona? Los pies soportan todo el peso de nuestro cuerpo, por lo que es fundamental aprender a tratarlos cuando están fatigados, especialmente si realizamos actividades en las que estemos de pie durante largas horas. Aliviar el dolor de pies cansados es posible, solo hay que seguir algunas recomendaciones para reducir la tensión y fatiga en la zona, al tiempo que tomamos medidas para garantizar la mayor comodidad en nuestras pies durante el día a día. ¿Por qué tengo los pies cansados? Cuando establecemos una rutina, en ocasiones nos cuesta identificar qué elementos nos pueden estar causando molestias. En el caso del cansancio en los pies, existen varios factores cotidianos que pueden incrementar la posibilidad de que lleguemos al final del día con los pies cansados. Pasar muchas horas de pie como parte de una rutina laboral puede impactar en la salud de nuestros pies, especialmente si no usamos el calzado adecuado o no les aportamos la amortiguación que necesitan. Utilizar zapatos que no son cómodos o que no ofrecen el soporte y amortiguación adecuados, por ejemplo el calzado que es muy estrecho, que no es de nuestra talla, los zapatos muy planos o de tacón muy elevado. Es importante elegir calzado de calidad que pueda soportar la presión e impacto al que sometemos a nuestros pies. Caminar mucho durante la jornada, lo que acaba por causar fatiga en nuestros pies. Si debes pasar parte de tu día caminando, es importante elegir un calzado apropiado para ello. Excederte con las actividades de impacto, como por ejemplo correr, también puede pasar factura sobre tus pies, generando inflamación y molestias al final del día. Tener problemas de circulación, lo que afecta nuestros pies generando hinchazón y molestias en la zona. Del mismo modo, condiciones como la diabetes también podrían ocasionar este tipo de problemas. Padecer de sobrepeso, ya que esto incrementa la presión a la que están sometidos nuestros pies lo que hace que al final del día estén más cansados. Cómo aliviar los pies cansados efectivamente Una vez que has identificado la causa del problema, es importante ponerle solución y tomar las medidas necesarias para mejorar el bienestar de tus pies y eliminar el dolor, fatiga o molestia que puedas sentir en la zona. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para aliviar el cansancio de los pies y sentirte mejor al final del día. Escoge el calzado adecuado para tus pies Para evitar el dolor de pies, es fundamental escoger un calzado adecuado para cada ocasión: Calzado diario: lo más recomendable es elegir un calzado ligero, cómodo y con sistema de ventilación integrado que se ajuste a la actividad que vayamos a desempeñar. Calzado profesional: si utilizas zapatos de tacón, es aconsejable que no sobrepasen los 3 centímetros para evitar molestias en los pies, ya que este tipo de calzado, al ejercer una presión constante en los dedos, suele potenciar patologías tales como los juanetes. Calzado deportivo: si eres corredor habitual, cambia tus zapatillas cada cierto tiempo, pues su desgaste puede resultar perjudicial para el soporte del zapato, impactando sobre los tendones y la musculatura de tus piernas. Por otro lado, recuerda que es aconsejable atarse bien los zapatos. El calzado suelto o las sandalias tienden a presionar los pies y generar molestias plantares, especialmente si padecemos problemas adicionales como las piernas arqueadas o la enfermedad de Blount. Usa plantillas para aliviar los pies cansados Si vas todo el día de arriba abajo o pasas muchas horas al día de pie, es básico que tengas en cuenta que para quitar el dolor de pies cansados una recomendación fácil de aplicar es la de usar plantillas diarias, ya que son grandes aliadas para reducir el dolor e incluso evitar que aparezca. En Scholl contamos con una gama ideal para facilitar tu rutina diaria, con plantillas de uso profesionales para mujer así como plantillas de uso profesional para hombre. Las plantillas Scholl GelActiv Profesional proporcionan un gran confort incluso en superficies duras. Además, disponen de un diseño ergonómico con un gel integrado, que aporta a tus pies las siguientes ventajas: Absorben los impactos las 24 horas del día. Proporcionan una gran amortiguación y un mayor confort durante todo el día. Aportan comodidad, incluso para quienes trabajen muchas horas de pie. Los pies se mantienen secos gracias al tejido transpirable de las plantillas Absorben el sudor y eliminan el olor. Las plantillas de Scholl son compatibles con cualquier tipo de calzado, ya sea profesional, diario o deportivo, pueden recortarse fácilmente para adaptarlas a la forma del zapato, así como para hacer que coincidan con tu número de pie. Descubre nuestra gama de plantillas Además puedes elegir entre la gama de plantillas Scholl otras alternativas que se adapten a tu estilo de vida, como las plantillas de uso diario, deportivas o para tacones, que te aportarán máxima comodidad en tu día a día. Eleva los pies para mejorar la circulación Una de las formas de relajar los pies cansados al llegar a casa es mantenerlos elevados durante un rato. De esta forma facilitaremos la circulación sanguínea, reduciendo el dolor de pies. Simplemente recuéstate y apoya los pies sobre una superficie suave, como un cojín o sofá, elevándolos hasta que queden por encima de la altura de tu corazón y mantenlos en esta posición durante algunos minutos. Si además sufres de piernas cansadas, esta práctica también te ayudará a aliviar las molestias. Masajea los pies para reducir el cansancio Otra opción para quitar el dolor de pies cansados es masajearlos con una crema hidratante para pies. El dolor de pies en ocasiones se debe a una mala circulación de la sangre, provocada por la continua presión en los pies. De este modo, el masaje en los pies ayudaría a mejorar el flujo sanguíneo. Es recomendable lavarte primero los pies para favorecer su relajación. Sumerge tus pies en agua caliente para relajarlos El cansancio no es la única molestia que puedes sentir tras un largo día, la inflamación también suele ser un problema habitual. Si tienes los pies inflamados, puedes llenar previamente un recipiente de agua caliente con sal de Epsom, la cual tiene grandes propiedades antiinflamatorias, y dejarlos en remojo durante unos 10 minutos. ¡Verás cómo además de aliviar el dolor de pies cansados te relajas por completo! Utiliza un rodillo de madera para aliviar los pies cansados Existen unos rodillos de madera de venta libre en farmacias cuyo cometido es masajear los pies, ayudando a eliminar la tensión acumulada y relajando los músculos. Lo único que hay que hacer es colocar el rodillo en el suelo y poner un pie sobre él. Luego, hay que hacerlo rodar con suavidad de un lado a otro durante unos minutos, cambiando después de pie. Podrás repetir esta técnica todas las veces que quieras, aunque debes saber que la primera vez puede causar un poco de molestia. Quítate el calzado al llegar a casa Al final de la jornada tus pies ya han aguantado suficiente tensión, por lo que un buen hábito para cuidarlos y aliviar los pies cansados, es quitarte los zapatos apenas llegas a casa y ponerte algo cómodo. En los meses de más calor, también es conveniente caminar descalzo, especialmente en superficies como la arena o el césped, pues te ayudarán a masajear la zona con poco esfuerzo, fomentando su relajación. Si no mejoras, visita al podólogo Aunque los pies son una zona olvidada para muchos, en ocasiones también requieren atención médica. Condiciones como las uñas encarnadas, los hongos en las uñas en fase avanzada o la fascitis plantar requieren de la atención de un especialista. Del mismo modo, si a pesar de seguir estas recomendaciones no puedes aliviar el cansancio de tus pies, es recomendable que visites a un podólogo para una revisión rutinaria.
Los callos son círculos pequeños y duros que se forman en los pies debido a una presión excesiva. Los mismos afecta la apariencia del pie y pueden resultar dolorosos, por eso es normal preguntarse cómo quitar los callos en los pies de forma segura y efectiva. La solución suele estar en nuestras manos, pues los callos aparecen habitualmente cuando usamos calzado demasiado grande o estrecho, producto de la fricción que ejerce el zapato contra nuestra piel. Para combatirlos es importante saber cómo prevenir y cómo eliminar callos en los pies, así podrás mantenerlos sanos y en buen estado. ¿Qué son los callos? Los callos son durezas que se forman en nuestra piel producto de un roce o fricción constante. Aparece como un mecanismo de defensa de nuestra piel, que se endurece y acumula células muertas para proteger esa zona del daño que está sufriendo. Los callos suelen ser pequeños, redondos y definidos, ocasionando dolor en la zona en la que se forman, mientras que las callosidades o durezas son de mayor tamaño y su forma es menos definida, presentándose como una área más extensa normalmente de color amarillento y textura rugosa y seca. Estas últimas no suelen doler, aunque pueden generar molestias tras caminar un rato. Se presentan comúnmente en los talones y en los laterales del pie. Tipos de callos en los pies Cuando hablamos específicamente de callos y no de callosidades, podemos distinguir dos tipos: Callos duros: aparecen normalmente encima de los dedos o cerca de las articulaciones. Tienen forma redonda y definida y, como su nombre indica, son duros al tacto y pueden causar molestias cuando usamos calzado que nos produce roce en esa zona. Callos blandos: también llamados ojo de gallo, es un callo que se forma entre los dedos, normalmente entre el cuarto y quinto dedo del pie. Son redondos y se caracterizan por ser blandos, con un centro redondo y rojo. Causan mucho dolor y resultan muy molestos. Causas de los callos en los pies La aparición de callos tiene muchas causas posibles, pero la más común es el uso de calzado que no se adapta correctamente al pie. Unos zapatos demasiado sueltos pueden hacer que el pie se deslice y se produzca roce, lo que provoca una fricción, mientras que unos zapatos demasiado estrechos pueden presionar en exceso diferentes zonas del pie, ocasionando su aparición. Otras causas de los callos en los pies son: Usar calzado con poca amortiguación para practicar actividades como correr o caminar. La falta de amortiguación puede aumentar la fricción y presión sobre los pies, ocasionando callos. Padecer de malformaciones como dedos en garra o juanetes. Pasar largos períodos de tiempo de pie o andando y no usar el tipo de calzado adecuado. La edad, las personas mayores son más propensas a desarrollar callos, ya que la piel de los pies se vuelve más fina con la edad y las plantas de los pies están menos protegidas. Cómo quitar los callos en los pies de forma fácil Si quieres eliminar callos en los pies de forma efectiva, lo mejor es optar por un tratamiento para quitar callos de venta en farmacias. Existen muchos remedios caseros, como quitarlos con corta uñas o corta callos, pero estos métodos pueden dañar nuestra piel la zona ocasionando infecciones dolorosas. Otros recomiendan remedios naturales como el bicarbonato de sodio o la manzanilla, sin embargo estos no tienen eficacia probada y lo más probable es que no traten el problema. Por eso lo más recomendable emplear un producto específico desarrollado para tratarlos y eliminarlos. Tratamiento para quitar callos en los pies farmacéutico En farmacias podrás encontrar productos para eliminar los callos de forma segura. Este es el caso del Tratamiento Express Callos 2 en 1 de Scholl , adecuado para callos encima de los dedos y en la planta del pie, que ofrece mejoras visibles en 5 días, reduciendo el dolor y las molestias de forma rápida y efectiva. Cumple con la normativa de productos sanitarios Cómpralo ahora Parches para callos Mientras el tratamiento surte efecto, para proteger los callos y aliviar el dolor que provoca la fricción y el roce, puedes utilizar parches protectores de espuma, silicona o polímeros. Este tipo de parches proporcionan un alivio inmediato al dolor que ocasiona los callos, amortiguando la zona y protegiéndola del roce. Además pueden usarse tanto en callos duros como blandos, pues son aptos para colocarse sobre y entre los dedos. Lima electrónica para las durezas en los pies Cuando se trata de callosidades o durezas en los pies, es decir de piel endurecida que está en una zona más extensa, por ejemplo en los talones o la parte lateral del pie, podemos optar por un tratamiento simple, como el limado de la zona. Limar la piel permitirá eliminar las capas de células muertas y aportar una mayor suavidad a la zona. Para hacer esta tarea más simple, puedes usar la lima electrónica de Scholl, con un cabezal exfoliante y otro `para durezas, que te ofrecerá excelentes resultados. Si el callo es más grave o el tratamiento que empleas no es eficaz, te recomendamos acudir a tu médico o podólogo para aliviar tus pies rápidamente, librarte del dolor y recuperar la sensación de comodidad. Recomendaciones para prevenir callos en los pies Recurrir a un tratamiento para quitar callos en los pies ayudará a eliminar esa lesión puntual, pero si no haces algunos cambios es posible que el callo regrese. Para evitarlo recomendamos: Utilizar calzado cómodo que se adapte a tu pie, aportando la amortiguación que necesita. Aprende a elegir la talla del zapato y evita modelos muy grandes o ajustados. Evitar los zapatos de punta estrecha, pues aumentan la presión y fricción sobre los dedos del pie, aumentando la posibilidad de sufrir callos. Moderar el uso de tacones, pues debido a la elevación que producen en el pie también fomentan la formación de callos. Rotar los zapatos, usar siempre el mismo par aumenta la posibilidad de que se produzcan roces y fricción en determinadas zonas del pie, lo que puede acabar en un callo. Si eres propenso a los callos blandos, te recomendamos el uso de un protector de dedos para evitar el roce entre los dedos y reducir la molestia que producen los ojos de gallo cuando se presentan. Hidratar los pies para evitar la formación de callosidades, especialmente en los laterales y talones.
Los talones agrietados se producen debido a una sequedad extrema en esta zona de los pies, lo que da origen a la aparición de grietas que no solo resultan antiestéticas sino que además generan molestias. Se trata de una condición frecuente, pues se estima que 33% de la población sufre de talones agrietados. La piel de los pies es 20 veces más gruesa que la del resto del cuerpo, por eso tiende a deshidratarse más fácilmente por lo que necesita un cuidado específico. Hidratar en profundidad esta zona del cuerpo es clave para reparar talones agrietados, pero además podemos tener en cuenta ciertas recomendaciones para evitar que la sequedad aumente en esta área sensible. ¿Quieres conocerlas? Sigue leyendo, porque en Scholl te revelamos todas las alternativas a tu alcance para eliminar los talones agrietados y lucir nuevamente una piel suave y bonita. Causas de los talones agrietados Nuestros talones están sometidos a una constante presión, pues los pies soportan el peso de todo nuestro cuerpo. Cuando la piel de los talones pierde elasticidad y flexibilidad acaba por agrietarse ante la presión constante. Pero ¿cuáles son los factores que contribuyen a que la piel de los talones pierda elasticidad y se agriete? A continuación te los explicamos: No hidratar adecuadamente los pies Una hidratación insuficiente de los pies ocasiona que la piel de esta zona pierde poco a poco su elasticidad, conllevando a la formación de talones agrietados. Por lo general, los talones son una zona olvidada en la que no solemos aplicar crema hidratante o cuidados especiales, como la exfoliación periódica, lo que hace que la piel de esta zona no esté tan humectada. El calzado que usamos Utilizar un calzado inadecuado que no ofrece una buena amortiguación en el talón, usar zapatos cerrados sin calcetines o utilizar frecuentemente sandalias en las que el talón queda al descubierto, puede provocar sequedad en la piel debido a que los talones están sometidos a una mayor presión bajo estas circunstancias. Elegir un calzado de calidad que aporte una buena amortiguación a nuestros pies, utilizar siempre calcetines de algodón con los zapatos cerrados y alternar el uso de sandalias y chanclas, son medidas oportunas para prevenir los talones agrietados. Ciertos hábitos de higiene Como hemos destacado, los pies pueden ser una zona olvidada y en algunos casos no los cuidamos con los productos adecuados. Utilizar jabones corporales que no cuenten con ingredientes hidratantes, no prestar atención al lavar esta zona, no aplicar crema hidratante en los talones y no exfoliarlos con frecuencia, son hábitos que incrementan la sequedad en esta zona causando talones agrietados. Además, darse largos baños con agua caliente también favorece esta condición, pues incrementa la deshidratación de la piel, por ello que los baños sean con agua templada. No beber suficiente líquido No solo se trata de hidratar los talones externamente, sino de cuidar la hidratación que ofrecemos a nuestro cuerpo. Una alimentación poco saludable y una dieta baja en líquidos producirán una falta de hidratación en el organismo, lo que podría afectar a la piel en general aumentado la posibilidad de sufrir talones secos. Tener ciertas condiciones de salud Enfermedades como la diabetes o los problemas circulatorios, reducen la humedad corporal y provocan deshidratación, por lo que los pacientes con estas condiciones son más propensos a sufrir de talones agrietados. Además, sufrir de sobrepeso también puede incrementar la posibilidad de tener talones agrietados, pues el exceso de peso ocasiona una mayor presión en la zona, pudiendo incrementar el agrietamiento de la piel. Cómo eliminar talones agrietados Existen muchos remedios caseros para intentar solucionar el problema de los talones agrietados, como por ejemplo meter los pies en agua caliente y zumo de limón, pues las propiedades ácidas del limón ayudan a quitar durezas y prevenir las grietas. Sin embargo, para resultados efectivos lo mejor es utilizar productos especializados para remover la piel muerta de la zona y cremas para hidratarla a profundidad. Por eso, si quieres eliminar talones agrietados de forma efectiva, te recomendamos seguir estas sugerencias: Remueve la piel muerta de los talones con frecuencia Es recomendable exfoliar los talones de forma periódica con el fin de eliminar la acumulación de células muertas que ocasionan las durezas en la zona, renovar la piel y favorecer la acción de la crema hidratante. Para conseguirlo, puedes emplear una piedra pómez, un exfoliante especial para la zona o una lima manual. Aunque si buscas resultados más efectivos y rápidos, lo mejor es optar por la lima electrónica de Scholl. Esta lima, que puede usarse tanto en pies secos como mojados, ofrece resultados visibles desde el primer uso, eliminando las durezas y exfoliando la piel seca para unos pies más suaves. Además, es eficaz incluso con las durezas más difíciles gracias a su cabezal de durezas persistentes. Eso sí, de ningún modo utilices cuchillas u otros elementos afilados para remover la piel muerta de los pies, ya que podrías cortarte y provocar una infección. Cómprala ahora Hidrata tus talones a diario La hidratación de esta zona es un hábito básico que deberías tener en cuenta para combatir los talones agrietados. Para ello, puedes aplicar una crema altamente hidratante en la zona, como la crema para talones agrietados de Scholl, que está dermatológicamente testada, con 25% de urea para reparar la zona en profundidad, ofreciendo resultados visibles en apenas 1 día. Esta crema es adecuada para talones agrietados, con fracturas leves y aspecto descolorido. Se absorbe rápidamente sin dejar la piel con sensación pegajosa y no cuenta con fragancia. Cómprala ahora Elige bien el calzado y rótalo con frecuencia Elegir zapatos de calidad que ofrezcan a nuestros talones el soporte que necesitan, con suelas que amortigüen adecuadamente los impactos, es una medida importante para prevenir talones agrietados. Pero, además, es importante cambiar algunos hábitos cotidianos: Usa siempre los zapatos cerrados con calcetines, de preferencia de algodón. Esto evitará el constante roce del talón con el zapato, lo que ocasiona fricción y aumenta la sequedad. Modera el uso de chanclas y sandalias, pues este tipo de zapatos, al dejar el talón descubierto contribuyen a que se deshidrate más. Si usas muchos zapatos abiertos, entonces exfolia e hidrata la zona con frecuencia. Utiliza una mascarilla para nutrir tus pies Las mascarillas hidratantes para pies son una de las últimas tendencias para cuidar la piel de la zona, pues proporcionan una hidratación intensa y aportan la suavidad que los pies secos necesitan. Por eso la mascarilla de pies de Scholl es una buena opción para prevenir los talones agrietados, pues gracias a su tecnología Hidro-Restore crea una barrera física para prevenir la pérdida de agua, retiene la humedad en las capas más secas de la piel y la suaviza. En tan solo 20 minutos conseguirás hasta 24 horas de hidratación, con resultados clínicamente probados. Sin duda, una buena aliada para sumar a tu rutina para el cuidado de los pies en casa. ¡Descúbrela! Usa plantillas de gel para reducir la presión sobre los pies Elegir unos zapatos que aporten un buen soporte y amortiguación es importante, pero además puedes optar por unas plantillas de gel que te permitan amortiguar la pisada y reducir la presión y el impacto al que sometes a tus pies en el día a día. La gama de plantillas Scholl ofrece distintas opciones dependiendo de tus necesidades, con plantillas de uso diario, profesional, deportivas, para aliviar el dolor lumbar, el dolor de rodilla y de talón, o para tacones y botas. Cone esta alternativa conseguirás mejorar la comodidad de tu calzado y aportar mayor bienestar a tus pies, ayudando a prevenir también los talones agrietados. Descubre nuestra gama de plantillas Cuida tu hidratación y tu dieta Aunque no lo creas, la dieta y la hidratación también influyen en el estado de nuestra piel, incluyendo los talones, por lo que es conveniente estar hidratados todo el año. También hay que optar por alimentos ricos en agua y sales minerales, como fruta y hortalizas, para hidratar el organismo y obtener una piel saludable, incluyendo la zona de los pies. Visita al podólogo de ser necesario Si tienes problemas con la pisada o condiciones como pie plano, pie cavo, diabetes o problemas circulatorios, es recomendable que visites al podólogo para que te ofrezca soluciones que permitan evitar esta presión sobre los talones, lo que puede incentivar la aparición de talones agrietados. En definitiva y si quieres eliminar los talones agrietados pon en práctica estas recomendaciones y realiza los cambios en tu estilo de vida necesarios para mantener la piel de esta zona en buen estado. Fuentes: Footcare Issues, Incidence & Treatment Rates. Harris Interactive. Global Report: March 2018.