Las uñas encarnadas son un problema común. Se da cuando el borde de la uña penetra en la piel del dedo del pie. Una uña encarnada puede llegar a ser muy molesta en tu día a día, en especial si usas un calzado ajustado o cerrado, además, si aparecen complicaciones puede llegar a requerir tratamiento médico.
Por eso, en este artículo te explicamos cuáles son sus causas, los síntomas y cómo tratar una uña encarnada.
Una uña encarnada puede tener muchas causas, pero las más comunes son:
Un calzado inadecuado: siempre que uses zapatos ajustados y estrechos, tus dedos quedan apretados entre sí, lo que puede favorecer que el borde de la uña acabe penetrando la piel y encarnándose. Cualquier dedo puede verse afectado, pero el dedo gordo suele ser el que se ve más afectado por esta condición.
La forma en la que cortamos las uñas: es importante tener en cuenta que al cortar las uñas debemos hacerlo manteniendo una forma cuadrada, dejar los bordes redondeados o irregulares puede facilitar que la uña penetre en la carne y provoque dolor.
Lesiones en la zona: una lesión en la uña, un golpe en los dedos de los pies, la caída de un objeto pesado sobre el pie o el golpeo repetido de una pelota pueden hacer que, antes o después, se produzca un crecimiento anormal que provoque que la uña se clave en la piel.
Practicar ciertas actividades: deportes como el fútbol o actividades como el ballet, pueden aumentar la posibilidad de sufrir uñas encarnadas, por eso si llevas a cabo cualquiera de estas disciplinas, es recomendable incrementar el cuidado de tus pies para prevenir esta condición.
Factores hereditarios: también hay que considerar el factor hereditario, pues es frecuente que miembros de una misma familia presenten uñas encarnadas, por lo que es posible que exista una predisposición genética.
Cualquiera puede sufrir una uña encarnada, pero se da con más frecuencia en personas con una elevada sudoración en los pies, debido a que cuando los pies están húmedos con frecuencia la piel es más blanda y es más fácil que una uña la perfore y se encarne.
Además, las personas de la tercera edad también corren un mayor riesgo de padecer esta afección, ya que las uñas se vuelven más gruesas con el paso de los años. Condiciones como los hongos en las uñas o la edad avanzada pueden producir su engrosamiento, dificultando su corte y ejerciendo mayor presión en los alrededores de la uña.
Las uñas encarnadas pueden resultar dolorosas y suelen empeorar con el tiempo. El proceso suele comenzar por una presión intensa en el extremo de la uña y la piel, dicha presión provoca molestias y enrojecimiento. Otro de los primeros síntomas es que la piel que rodea la uña se vuelve sensible, se inflama o presenta un dolor intenso al presionar el dedo. Estos primeros síntomas más suaves pueden empeorar rápidamente si la uña no se trata.
Si el dedo se infecta, los síntomas pueden incluir desde piel enrojecida e inflamada hasta dolor y sangrado. También puede producirse una supuración de pus y un sobrecrecimiento de piel alrededor del dedo. La mejor opción es tratar una uña encarnada lo antes posible para evitar que los síntomas empeoren.
Si la uña encarnada no está infectada, puedes tratarla en casa. Sin embargo, si ha penetrado en la piel o hay alguna señal de infección, es importante acudir a un podólogo. Los signos de infección incluyen calor, pus, enrojecimiento e hinchazón.
Si, en cambio, las molestias producidas por esta condición están en una fase inicial o son leves, te damos varios consejos sobre cómo curar una uña encarnada:
Sumerge tus pies en agua caliente durante 15-20 minutos para ablandar la piel. Puedes añadir al agua sal gruesa, lo que ayudará a reducir la inflamación de la zona.
Aparta la piel del extremo de la uña con una pinza de pedicura o un corta cutículas, siendo muy cuidadoso para no ocasionar ninguna lesión en tu piel.
Corta la porción de uña encarnada de manera cuadrada, evitando dejar un borde redondo o irregular.
Aplica un antibiótico de uso tópico para evitar infecciones.
Utiliza calzado cómodo. Considera la posibilidad de usar calzado con la punta abierta o sandalias hasta que el dedo esté mejor.
Recuerda que, si la uña te produce muchas molestias o la zona se encuentra visiblemente infectada, es importante no tratar la uña encarnada en casa y acudir al médico.
La mejor forma de evitar las uñas encarnadas es tomar precauciones, por eso te recomendamos:
Elegir un calzado que no sea demasiado ajustado ni tenga tacones muy altos para tu día a día. Evita además los zapatos con modelos estrechos en la parte delantera, ya que favorecen que los dedos estén muy apretados.
Varía diariamente de calzado, ya que algunos de tus zapatos pueden ser más ajustados que otros y así puedes dar un respiro a tus pies y a tus uñas.
Mucha gente comete el error de cortarse las uñas dejándolas redondeadas. ¡No lo hagas! Corta siempre las uñas dejando una forma cuadrada, ya que los ángulos en los laterales de las uñas hacen que la piel recubra la uña y esta penetre en la piel. Tampoco las cortes demasiado en los laterales.
Si no puedes realizarte la pedicura en casa de forma adecuada, lo mejor es acudir a un profesional para que lo haga por ti, garantizando así un mejor resultado.