¿Por qué tengo dolor en la planta del pie? El dolor en la planta del pie al caminar, así como el dolor en la planta del pie debajo de los dedos, es una molestia que muchas personas padecen, pudiendo generar metatarsalgia o fascitis plantar. Este síntoma indica que, básicamente, algo no marcha bien, ya sea porque no estamos usando el calzado adecuado para nuestro estilo de vida o porque estamos presentando determinadas condiciones que conviene atender. Sigue leyendo si quieres saber cuáles son las causas del dolor en la planta del pie más habituales.
Si alguna vez te has hecho esta pregunta, desde aquí la contestaremos para que sepas las posibles causas de esta molestia.
Los zapatos altos generan presión y pueden llegar a ocasionar diversas molestias en forma de llagas, úlceras o callos. En este caso, los tacones altos hacen que el peso caiga en la planta del pie, lo que puede producir un dolor intenso. La molestia mayor es la que sufrimos al final del día, cuando llegamos a casa con esa enorme presión en los pies y los dedos.
Cuando llevamos a cabo actividades de ejercicio intenso como correr, practicar saltos y similar, generamos una presión mayor en la planta del pie. El dolor lo empezaríamos a sentir con mayor intensidad a la noche, al llegar a casa y poder descansar los pies.
La fascitis plantar se produce cuando se inflama la fascia plantar, una zona que ejerce una función prioritaria en el caminar al absorber los impactos contra el suelo. Suele originarse debido a desgarros en los tejidos que acaban produciendo una inflamación. Se manifiesta con intensidad en las mañanas, cuando la persona se levanta y empieza a caminar.
Cuando el dolor se localiza en la planta del pie debajo de los dedos, hablamos de metatarsalgia. Suele presentarse en personas que practican actividades como saltar o correr, aquellas que cuentan con deformidades en el pie o los que emplean calzado inadecuado (demasiado grande o muy ajustado). De esta forma, el dolor en la planta del pie se agudizaría en el momento en que iniciáramos la actividad física.
El pie cavo se genera por un exceso de arco en la fascia plantar. La persona afectada puede sentir pinchazos o un tipo de dolor intenso en la zona del arco plantar o en la zona del talón al caminar.
En el caso del pie plano, la persona afectada carece de arco plantar. Se trata de una malformación bastante frecuente, aunque puede no generar molestias.
El dolor en la planta del pie al caminar también puede aparecer por otros factores, como:
Profesiones que obliguen a la persona a permanecer largo tiempo de pie o a caminar, si este es el caso te invitamos a leer nuestro artículo Cómo aliviar el dolor de pies por estar parado.
Problemas en la pisada
Espolón calcáneo
Problemas en las articulaciones
Sedentarismo
Enfermedades crónicas degenerativas
En estos casos, es importante que un especialista sea quien diagnostique la causa de la molestia.
Las medidas a tomar dependerán de la causa del dolor. Si la molestia en la planta del pie impide realizar actividades diarias como caminar, hacer algo de actividad física o subir escaleras con normalidad, es importante consultar a un podólogo para recibir el tratamiento apropiado.
De cualquier forma, se pueden llevar a cabo otras recomendaciones que ayudarán a reducir el dolor:
Es primordial contar con zapatos cómodos que ofrezcan un nivel de protección alto. Un calzado adecuado debe ser flexible, facilitar la transpiración y contar con un buen apoyo en la pisada.
Las plantillas de gel son magníficas aliadas para amortiguar el impacto que sufren nuestros pies día a día, ya que reducen la presión excesiva a la que sometemos nuestros pies y alivian el cansancio en la zona.
Son especialmente indicadas para quienes trabajan muchas horas de pie, para los que caminan mucho durante su rutina diaria y para aquellas personas que practican actividad física de impacto, como correr. Desde aquí te invitamos a ver la amplia gama de plantillas de gel Scholl.
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Después de una intensa actividad física, solemos terminar con los pies doloridos e inflamados. Masajear los pies al final del día o sumergirlos en agua tibia con sal viene estupendamente bien para relajarlos. Además, solo te llevará unos minutos.
Es conveniente evitar el uso frecuente de tacones altos para reducir al mínimo su impacto sobre la salud de nuestros pies. Además, para poder hacer uso de ellos y minimizar las molestias que ocasionan, es aconsejable utilizar las plantillas para tacones muy altos de Scholl, que ayudan a reducir el impacto sobre nuestros pies y aportan comodidad en tacones de 5.5 centímetros o más, así como con las almohadillas plantares para sandalias, que ofrecen amortiguación protegiendo la planta del pie.
La aplicación de frío es un método bastante eficaz en casos de fascitis y metatarsalgia. Es conveniente aplicar hielo en la zona durante 10 minutos, al menos 3 o 4 veces al día. Aquí te dejamos más información sobre Cómo tratar la fascitis plantar.
Si tras todos estos consejos el dolor persiste, acude a tu médico para que pueda darte un diagnóstico certero.