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Cómo tratar la fascitis plantar

Cómo tratar la fascitis plantar

La fascitis plantar es como se conoce a la inflamación de la fascia de la planta del pie, siendo una patología común en personas que practican deportes de impacto, así como en quienes no pisan correctamente y fuerzan los músculos y articulaciones de la zona al andar o correr. Como es una inflamación muy molesta y que obliga a reducir la actividad en el día a día, debido al dolor generado al pisar, es recomendable conocer cómo tratar la fascitis plantar, así como en qué ocasiones acudir al médico.

Si quieres saber cuáles son las mejores formas de curar la fascitis plantar, sigue leyendo este artículo de Scholl en el que te lo explicamos todo.

 

 

Qué es la fascitis plantar

La fascia es un tejido o membrana que recubre los músculos de todo el cuerpo, protegiéndolos y reforzándolos. Concretamente, la fascia plantar forma parte de la estructura del pie, cumpliendo una función biomecánica al caminar al proteger los músculos de la planta del pie, ayudar a sostener el arco plantar y contribuir a redistribuir el impacto que reciben nuestros pies al pisar. De igual forma, ayuda a proteger a los huesos metatarsianos para que no exista una flexión dorsal de los dedos excesiva.

Cuando este tejido elástico se inflama se presenta la fascitis plantar, una patología que causa dolor al andar. Así, la función de la fascia a la hora de caminar es esencial, por eso resulta tan importante curar la fascitis plantar y prevenir su reaparición.

¿Por qué tengo fascitis plantar?

Las causas por las que aparece la fascitis plantar son varias. Esta patología aparece con mayor frecuencia en el caso de deportistas que corren habitualmente sobre superficies irregulares o con un calzado sin el soporte adecuado, pero también suele aparecer en personas que padecen pie plano y también en quienes sufren de pie cavo. Además, se manifiesta con mayor incidencia en pacientes mayores de 45 años y en quienes tienen exceso de peso, pues a mayor índice de masa muscular más peso deben soportar los pies.

Síntomas de la fascitis

La persona afectada sentirá, como síntoma principal de este problema, un dolor agudo en la planta del pie, especialmente al caminar o correr. Este dolor suele ir acompañado de otros síntomas como:

  • Enrojecimiento

  • Una mayor sensibilidad

  • Hinchazón leve

  • Agarrotamiento

En cuanto nos damos cuenta de alguno de estos síntomas es importante empezar a tratar la fascitis plantar. La patología puede agudizarse hasta el punto de poder dificultar la vida de una persona que tenga que caminar cada día, practique deporte o permanezca mucho tiempo de pie.

tratar la fascitis plantar

Claves para tratar la fascitis plantar

El dolor que provoca la fascitis plantar puede resultar muy incómodo e, incluso, puede incapacitar para el día a día. Aquí te mostramos algunas claves para tratarla.

  • Es de vital importancia descansar de 3 a 7 días lo máximo posible para evitar que el dolor empeore.

  • La elección del calzado y el uso de plantillas es fundamental en el tratamiento de la fascitis plantar. El calzado deber ser cómodo y ajustarse adecuadamente al pie, respecto a las plantillas, las mismas ayudarán a reducir el impacto sobre la fascia, facilitando la recuperación.

  • La aplicación de frío y calor es un método muy efectivo durante los primeros días. Conviene aplicar de 3 a 4 veces al día hielo en la zona durante 10 minutos y luego aplicar calor otros pocos minutos.

  • Los masajes y ejercicios de estiramientos ayudan a aliviar la tensión y reducir la hinchazón.

  • Las férulas pueden ser otra alternativa para tratar la fascitis plantar. Es posible emplearlas durante la noche o el día y su objetivo es mantener estirada la fascia.

Una vez que me cure ¿puedo volver a tener fascitis?

Efectivamente, la inflamación de la fascia de la planta del pie puede volver a aparecer si no se lleva un estilo de vida saludable y la persona no tiene un cuidado adecuado de sus pies. La estructura muscular puede debilitarse ante cualquier cambio, por ejemplo por cambiar el calzado o por un mal gesto, dando lugar a una fascitis. Incluso puede trabajar bastante tiempo de una manera irregular e incómoda, debido al proceso de debilitamiento, hasta que finalmente sucede la inflamación.

Da igual la causa, esa zona concreta del pie es un punto débil que puede volver a sufrir una inflamación, ya que lo usamos constantemente. La prevención, aunque pueda parecer algo complicada en principio, es totalmente posible. Lo que hay que hacer es evitar cargar el pie de manera innecesaria y apostar por un estilo de vida activo, evitando el sedentarismo y el aumento de peso.

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