Los callos son un problema frecuente que puede afectar tanto a la estética de nuestros pies como a su salud, causándonos molestias de mayor o menor intensidad, dependiendo del tipo que padezcamos. Por eso es muy importante saber identificarlos correctamente, pues existen tipos de callos que requieren de un tratamiento farmacéutico y otros que necesitan atención médica.
No es raro que en algún momento de nuestras vidas nos encontremos con un callo en nuestros pies, esta condición es frecuente y se estima que un 35 % de los españoles sufren de callosidades en los pies. A continuación, te explicamos cómo tratar los callos en función de su tipo.
Los callos en los pies, más formalmente conocidos como hiperqueratosis plantares, se deben a un exceso de fricción o presión en determinadas zonas de los pies, que se engrosan y se endurecen como mecanismo de protección.
Así, suelen causarlos un calzado inadecuado, la falta de hidratación o problemas en la pisada. Además, patologías como los juanetes o los dedos en garra o martillo predisponen a la aparición de callos y pueden resultar dolorosos.
Pero no todos los callos son iguales. En los siguientes apartados te explicamos cuáles son los diferentes tipos de callos y qué tratamiento es el más adecuado para cada uno.
Son los más comunes. Aparecen cerca de articulaciones sobre los dedos. El segundo, el tercero y, sobre todo, el quinto son los dedos que se ven más afectados. Son lesiones pequeñas y bien definidas, de color amarillento y forma circular.
Se producen sobre todo por deformidades en los dedos o por la presión que ejercen sobre ellos unos zapatos estrechos. Pueden evitarse siguiendo estas recomendaciones:
Si un callo duro nos molesta o afecta a la estética de nuestros pies, podemos aplicar un tratamiento farmacéutico para eliminarlo. Para quitar callos duros en los pies se necesita un tratamiento específico contra ellos, están desaconsejadas, por tanto, prácticas como cortar el callo, ya que podríamos hacernos daño.
Tu farmacéutico podrá sugerirte distintas opciones, como el tratamiento para callos de Scholl, compuesto por una lima y un tratamiento líquido a base de glicol y urea, que penetra en el interior del callo llegando hasta la raíz y ofreciendo mejoras visibles en 5 días. Este medicamento te ayudará también a aliviar el dolor causado por el callo duro de forma rápida y efectiva.
También se les conoce con el nombre de heloma interdigital. Aparecen entre los dedos, sobre todo entre el cuarto y el quinto, ya que se producen por la fricción entre sus huesos. Son redondos y presentan un centro enrojecido que les da el nombre de ojo de gallo.
Principalmente se forman cuando se utilizan zapatos de punta estrecha que mantienen los dedos apretados entre sí o cuando existe alguna deformidad ósea. Tienen un aspecto blanquecino y gomoso debido a la humedad de la zona, que es la que los ablanda y macera.
Si el callo blando u ojo de gallo produce mucho dolor, es recomendable visitar a un podólogo para que pueda ofrecernos un tratamiento profesional a medida, según nuestro caso.
En cambio, si el callo solo causa molestias ocasionales, podemos optar por los parches para callos de Scholl. Son protectores de molespuma que proporcionan un alivio inmediato tanto del dolor como de la presión y del roce. Cuentan con una doble capa que permite una óptima amortiguación, por lo que constituyen un buen tratamiento para callos blandos en los pies.
Como su nombre indica, se localizan en la planta del pie, sobre todo en la base de los dedos y en los talones. Normalmente aparecen por una pisada inadecuada y una falta de hidratación y son lesiones redondeadas y amarillentas.
Es fácil que estos callos se confundan con verrugas, pero las verrugas no son un tipo de callo, sino la manifestación de una infección vírica causada por el virus del papiloma humano. En ellas se aprecian pequeños puntos negros que se corresponden con capilares trombosados. Además, interrumpen las huellas de la parte del pie.
Puedes evitar los callos plantares teniendo en cuenta estos consejos:
Cuando los callos en la planta del pie producen mucho dolor, al punto de afectar tu forma de caminar o tus actividades del día a día, es recomendable visitar a un podólogo. Además, el tratamiento para callos 2 en 1 de Scholl puede aplicarse también en los callos en la planta del pie, proporcionando alivio a las molestias. En algunos casos, el uso de plantillas puede aconsejarse para evitar un exceso de presión en la zona afectada. Prueba la gama de plantillas Scholl, que podrás utilizar a diario para realizar todas tus actividades cotidianas, laborales o deportivas. Se adaptan a cualquier tipo de calzado.
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Se presentan en zonas que soportan mucha carga, normalmente por el uso de un calzado estrecho. Son como callos duros, pero en su interior tienen vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas.
Al afectar a los nervios, son muy dolorosos. Es importante saber que los callos neurovasculares siempre requieren atención médica. Solo este profesional puede extirparlos.
Fuentes
Footcare Issues, Incidence & Treatment Rates. Harris Interactive. Global Report: March 2018.