La onicomicosis es una patología frecuente en la población, pero si se trata a tiempo su desaparición es rápida y eficaz. Aunque no es una enfermedad grave, se trata de una infección por hongos en las uñas que afecta su salud y estética, causando alteraciones en las mismas, sobre todo, en cuanto a su color y forma.
Si quieres saber más acerca de esta afección, te recomendamos que sigas leyendo este artículo en el que explicamos en qué consiste la onicomicosis, sus posibles causas, síntomas, tratamiento y prevención.
La onicomicosis es una infección en las uñas causada por hongos que puede presentarse tanto en las uñas de las manos como de los pies, pero en la mayoría de los casos aparece en estos últimos.
Es una patología frecuente y contagiosa que aunque no suele producir grandes molestias iniciales, afecta a la estética de las uñas, haciéndolas parecer más gruesas y con un color amarillento que puede oscurecerse a medida que avanza la infección.
Si la onicomicosis es tratada en su primera fase, los resultados suelen ser muy buenos y las uñas afectadas se recuperan completamente. No obstante, debido a que los hongos en las uñas no causan molestias severas en un inicio, son muchas las personas que no acuden al médico hasta que la infección se expande y, por ende, su tratamiento y desaparición son más complicados.
Una micosis avanzada puede llegar a causar el desprendimiento total de la uña, provocar dolor crónico de difícil solución e infectar a otras uñas, de ahí la importancia de diagnosticarla cuanto antes y tratarla de forma temprana.
La causa principal de la aparición de la onicomicosis son los hongos dermatofitos, los cuales tienen la capacidad invadir zonas de la piel queratinizadas, como las uñas y el pelo.
El hongo Trichophyton rubrum es el causante de esta patología en la mayoría de los casos, aunque también puede deberse a otros hongos como el Trichophyton mentagrophytes e incluso a levaduras como la Candida Albicans, aunque estas últimas suelen afectar más a personas inmunodeprimidas.
Todos estos hongos pueden transmitirse por el contacto directo con una persona infectada o por el ambiente. Además de las causas explicadas, hay una serie de factores de riesgo que favorecen el desarrollo de una infección por hongos en las uñas, entre ellos, se encuentran los siguientes:
La humedad proporciona a estos hongos indeseados un acogedor hábitat, por ello, la onicomicosis es mucho más frecuente en verano y en personas con sudoración excesiva. Se adquiere con mayor facilidad en ambientes cálidos y húmedos, como las duchas o piscinas públicas.
Haber sufrido pie de atleta o tiña en el pie, una infección por hongos que afecta a la piel y que puede extenderse a las uñas.
Vivir con alguien que sufre de onicomicosis, lo que aumenta las posibilidades de que tú la padezcas debido a que compartes espacios como la ducha u objetos personales como las toallas.
Ser de la tercera edad, pues con el paso de los años se van acumulando hongos que pueden colonizar el pie y, debido al envejecimiento, las defensas son más débiles, lo que favorece su aparición.
Si sufres otra enfermedad de la piel, como la psoriasis, eres más propenso a sufrir de onicomicosis.
Contar con un sistema inmune deprimido incrementa también el riesgo de sufrir esta patología. Del mismo modo, cuando sufres diabetes las defensas de tu cuerpo bajan, al igual que con la inmunosupresión, por lo que va a ser más fácil que aparezca este problema.
Los problemas de circulación de la sangre en las extremidades posteriores suele ser un factor de riesgo también, aunque poco común.
Como hemos mencionado antes, la aparición de la onicomicosis no produce ninguna molestia de tipo dolor o malestar en tu cuerpo, solo afecta a la estética de la uña, por lo que debes prestar mucha atención y saber cómo se desarrolla este problema para detectarlo cuanto antes.
Su desarrollo depende del tipo de hongo y la infección, pero en general las personas afectadas presentan los siguientes síntomas:
Cambios en el color de la uña. En un inicio, la uña afectada adquiere un color blanquecino, amarillento o presenta manchas o rayas amarillas. A medida que la infección avanza, la uña puede volverse más oscura y llegar a presentar una tonalidad marrón.
Engrosamiento de la uña.
Fragilidad y agrietamiento de la uña.
Desprendimiento de la uña. En una etapa avanzada de la infección, la uña afectada puede llegar a desprenderse por completo, lo que podría causar también dolor, inflamación, enrojecimiento y picazón en la piel de alrededor.
Los cambios en el color son uno de los primeros síntomas de hongos en las uñas a los que conviene prestar atención
Los hongos en las uñas suelen afectar al dedo gordo del pie, donde se produce la infección y la uña se va volviendo blanquecina o amarillenta en una de las puntas laterales, a partir de ahí la infección se extiende poco a poco hacía la cutícula.
Debido a estos hongos, es común que la punta de la uña se rompa y se desprenda, dejando expuesta la piel donde esta descansaba. Puede suceder también que el proceso comience en la cutícula y, luego, se extienda hasta la punta de la uña.
El tratamiento dependerá de si el hongo ha afectado la raíz o no de la uña.
Si el hongo no ha afectado a la raíz de la uña, el tratamiento consiste en aplicar un antifúngico local. Estos productos normalmente pueden adquirirse en farmacias y no requieren de prescripción médica. En Scholl te invitamos a consultar nuestros productos para obtener más información acerca del tratamiento indicado.
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No obstante, se recomienda acudir al médico si sospechas que estás padeciendo esta afección, para que te examine, te informe de qué tipo de hongo se trata y si la raíz de la uña ha resultado afectada. En este último caso, deberás iniciar un tratamiento médico supervisado por un especialista para combatir el problema y conseguir su total desaparición.