Los pies constituyen una parte muy olvidada de nuestro cuerpo, pero al igual que cualquier otra zona, merece cuidados y, lo que es más importante, los necesita. La piel de los pies presenta unas características particulares y no es extraño que, encerrada todos los días en los zapatos, se reseque.
Es en este momento cuando surgen las preguntas sobre cómo hidratar los pies secos antes de que aparezcan los molestos talones agrietados. A continuación, te explicamos por qué se resecan los pies, cómo evitarlo y cómo tratarlos con el uso de una mascarilla para pies secos.
La piel de los pies es 20 veces más gruesa que la que podemos encontrar en otras partes del cuerpo, pero igualmente puede sufrir problemas de hidratación. Conocer las causas que provocan sequedad en los pies es el primer paso para prevenirlas. Estas son las más comunes:
Hidratación deficiente: si descuidamos hidratar esta parte de nuestro cuerpo, el resultado serán unos pies secos e incluso agrietados.
Calzado: las zonas del pie que soportan más presión son las que sufren más riesgo de resecarse y en esta presión tienen mucha importancia los zapatos que se utilicen. Los fabricados con materiales sintéticos, demasiado estrechos o con un tacón excesivo pueden aumentar la posibilidad de sequedad y molestias en los pies, pero también debemos tener cuidado si caminamos durante mucho tiempo descalzos.
Baños con agua muy caliente: el calor, más si es por tiempo prolongado, acaba resecando la piel y favoreciendo la pérdida de hidratación.
Diabetes o problemas de circulación: ambas son patologías que afectan al estado de la piel, disminuyendo su humedad y provocando deshidratación.
Obesidad y mala alimentación: el exceso de peso parece aumentar la presión sobre los pies y dificultar el flujo sanguíneo, lo que conlleva un incremento de la fricción y el riesgo de mayor sequedad. La alimentación y la adecuada hidratación también influyen decisivamente en el estado de la piel.
Edad: el paso de los años también afecta negativamente a la piel, pues aumenta su grado de sequedad al perder capacidad de hidratación.
La mascarilla para pies secos de Scholl está clínicamente probada favoreciendo la intensa hidratación y nutrición de la piel de los pies.
Tiene como ingrediente principal el aceite de macadamia, un componente ideal para conseguir una hidratación intensa y una buena protección. Además, cuenta con otros agentes hidratantes como la manteca de karite, la urea y el pantenol.
Esta mascarilla hidratante para pies está desarrollada con la tecnología Hydro-Restore, que consigue que su efecto llegue hasta las capas más profundas de la piel. Una única aplicación basta para lograr una nutrición adecuada para la piel de los pies y la parte inferior de las piernas, de esta forma su efecto se prolonga hasta 24 horas, dejando una piel lisa y suave.
En primer lugar, debes retirar el envoltorio en el que se presenta la mascarilla.
Después, corta con mucho cuidado la parte superior de cada calcetín.
Ahora, lo colocas en el pie, siempre limpio y bien seco. Con su etiqueta adhesiva vas a conseguir un ajuste perfecto y ya solo te queda sentarte y relajarte durante 20 minutos.
Transcurrido ese tiempo de actuación, ya puedes retirar el calcetín y masajear los pies para eliminar cualquier resto del producto.
Las mascarillas para pies secos ayudan a recuperar la salud de la piel de esta zona, pero también puedes poner en práctica algunos consejos para evitar sufrir sequedad o grietas:
Mantén una buena higiene: lava tus pies a diario utilizando un jabón neutro y una esponja suave y, al terminar, sécalos muy bien con una toalla. Si vas a la piscina o a la playa, dúchate inmediatamente después, ya que el agua salada o con cloro reseca la piel.
Exfoliación periódica: la exfoliación permite retirar todas las células muertas, lo que favorece la renovación de la piel, su salud y su suavidad. Puedes ayudarte de la tradicional piedra pómez o recurrir a la lima eléctrica de Scholl con recambio exfoliante para conseguir resultados profesionales sin salir de casa y de forma rápida. La frecuencia de la exfoliación dependerá de las características y del estado de tu piel, si ves que tus talones se resecan demasiado, entonces se recomienda limarlos una vez a la semana.
Hidrata tus pies: puedes aplicarte a diario una buena crema hidratante una vez tengas los pies bien limpios y secos para garantizar una máxima nutrición de la zona. Debido a que la piel de los pies es más gruesa que la del resto del cuerpo, se recomienda usar un hidratante específico para esta área, como la crema de pies para piel extra seca de Scholl que te ayudará a combatir la sequedad de forma efectiva.
Calzado adecuado: los zapatos tienen que ser cómodos, de calidad, transpirables y sin un tacón excesivo. Se recomienda que este no supere los tres centímetros de altura. También es aconsejable que alternes de zapatos con frecuencia para evitar generar presión frecuente siempre en los mismos puntos, lo que puede ocasionar sequedad y durezas en los pies.
Baños de pies con agua tibia: si te das estos baños, evita que el agua esté muy caliente, ya que el calor actúa resecando la piel al interferir con su hidratación natural. Tampoco permanezcas en el agua un tiempo excesivo, por eso no se recomienda sobrepasar los 15-20 minutos de inmersión.
Come bien e hidrátate: seguir una dieta saludable, rica en vitaminas que nutran la piel e ingerir alrededor de dos litros de líquido al día, sobre todo, agua, es fundamental para conseguir una piel que luzca sana y suave.
Protege los pies del sol: especialmente en la época de calor, tienes que proteger la piel de los pies como la de cualquier parte del cuerpo. Usa crema protectora, huye de exposiciones directas y prolongadas al sol y de las horas de mayor incidencia.