Todos sabemos que la higiene personal es esencial en nuestra vida cotidiana, pero algunos olvidan la importancia de la higiene de los pies y cómo su ausencia puede afectar nuestra salud. Una rutina de cuidado de nuestros pies es esencial para mantenerlos sanos y con un aspecto impecable.
Sea cual sea tu rutina de cuidado personal habitual, es fácil olvidar prestar a nuestros pies la atención que se merecen. Pero basta con unos sencillos cambios en tus hábitos para mantener tus pies en condiciones óptimas. Sigue leyendo para aprender sobre algunos problemas comunes que afectan la salud de los pies, y los sencillos pasos que te ayudarán a evitarlos.
El mal olor de los pies no es solo molesto para ti, sino que también puede hacer que te avergüences de quitarte los zapatos o calcetines en frente de otros.
Aunque todos los pies sudan, el sudor en sí mismo no es la causa del olor de pies común. El mal olor se forma cuando las bacterias de la piel comienzan a descomponer el sudor a medida que sale por los poros, creando un olor desagradable y difícil de ignorar.
Aunque el sudor es algo que todos tenemos, algunas personas sudan más que otras. También existen más glándulas sudoríparas en los pies que en cualquier otra parte del cuerpo, de forma que es natural que suden más rápidamente.
Si quieres evitar el mal olor de pies, aquí tienes algunas recomendaciones que puedes seguir:
Es importante llevar calzado que esté completamente seco y no usar el mismo cada día. El mal olor en los pies puede aparecer cuando el sudor se filtra en el calzado y vuelves a usarlo antes de que se sequen. Si tiendes a tener pies calientes y sudorosos, asegúrate de dejar que tus zapatos se sequen en un espacio ventilado durante al menos 24 horas antes de ponértelos de nuevo.
Lava tus pies cada día para eliminar la acumulación de bacterias y suciedad, y sécalos adecuadamente para eliminar cualquier resto de humedad.
No olvides cambiar tus calcetines a diario y usar preferiblemente calcetines de algodón, que favorecen la transpiración del pie.
Además, puedes mejorar la salud de tus pies y prevenir el mal olor usando sprays que te ayudarán a reducir la cantidad de sudor en la zona. El antitranspirante para pies de Scholl es ideal para mantener tus pies secos y frescos, mientras que Scholl Fresh Steps 2 en 1 es ideal para tus pies y calzado, protegiendo tus pies y zapatos del mal olor y la humedad.
El pie de atleta normalmente afecta a aquellas personas que no mantienen sus pies limpios y secos o a menudo caminan descalzos en zonas públicas como gimnasios, duchas compartidas y vestuarios.
Aunque una mala higiene no es la única causa del pie de atleta, no cuidar tus pies de forma adecuada puede empeorar el problema.
Si no te secas los pies correctamente, el área cálida y húmeda entre tus dedos crea el caldo de cultivo perfecto para que crezcan los hongos e infecten una zona mayor de forma más rápida.
Si tienes la infección, la piel de la zona afectada lucirá roja y descamada y experimentarás picor en la zona, especialmente entre los dedos.
El pie de atleta es altamente contagioso, así que puede extenderse rápidamente. Sin embargo, puedes hacer algunas cosas para reducir el riesgo de transmitir la infección.
Lávate siempre las manos después de que éstas entren en contacto con tus pies.
Lleva calcetines limpios hechos de un material respirable como el algodón, y no compartas tu calzado con nadie.
Si estás en el gimnasio o piscina, asegúrate de no compartir toallas, y siempre lleva chanclas o sandalias en las zonas comunes para evitar transmitir la infección.
Si quieres conocer más acerca de esta infección y cómo prevenirla y tratarla efectivamente, te invitamos a leer nuestro artículo sobre los Síntomas y tratamiento del pie de atleta.
Las uñas con hongos son de las infecciones más comunes en los pies. Eso no quiere decir que sean fáciles de tratar.
Esta condición está causada por un hongo que prospera en las zonas cálidas, oscuras y húmedas, y es extremadamente contagiosa. La infección comienza como un crecimiento excesivo de hongos sobre o bajo la uña y puede tener dos formas: Onicomicosis subungueal distal (OSD) u Onicomicosis superficial blanca (OSB).
La onicomicosis subungueal distal es el tipo más común e infecta la piel bajo el lecho de la uña. Esto puede hacer que la uña tenga un color amarillento-marrón, se debilite y se vuelva quebradiza. Incluso puede separarse del dedo.
Por su parte, la onicomicosis superficial blanca es menos frecuente y afecta a la capa superior de la uña. En este caso notarás que aparecen parches blanquecinos, pero la uña no se caerá.
Por suerte, las infecciones por hongos de las uñas pueden tratarse en casa siempre que no hayan afectado la raíz de la uña. El tratamiento anti-hongos para uñas de Scholl ofrece resultados visibles en 4 semanas y ayuda a prevenir tanto la extensión de la infección como su reaparición.
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La mejor forma de evitar la infección por hongos de las uñas es revisar regularmente tus pies en busca de signos tempranos como decoloración o uñas que se pelan.
Utiliza calzado cómodo, de la talla adecuada, que permita respirar a tus pies, y tómate tu tiempo para secarte adecuadamente los pies tras ducharte o nadar. Esto ayudará a mantener tus pies sanos y evitar las infecciones. Una uña con hongos es tan infecciosa que se recomienda evitar espacios como la piscina o las duchas y vestuarios públicos hasta que la infección haya desaparecido por completo.
Las verrugas son extremadamente comunes, especialmente en niños y adolescentes. La mayoría de nosotros las sufriremos a lo largo de nuestra vida o conoceremos a alguien que haya tenido una.
Las verrugas son una infección causada por 100 cepas diferentes del virus del papiloma humano o VPH, por eso también se les conoce como papiloma en el pie.
Este virus común crea una cantidad en exceso de una proteína dura llamada queratina, que luego se desarrolla en la capa superior de la piel y da origen a la verruga, que normalmente se presenta en la planta del pie, aunque también puede aparecer en otras zonas. Por ejemplo, las verrugas en las manos son también frecuentes.
La higiene del pie no es la causa directa de las verrugas, pero con su cuidado puedes evitar que se extiendan. Por ello te recomendamos:
Lavar tus manos tras haber tocado la zona infectada
Cubrir las verrugas siempre que sea posible y cambiar regularmente tus calcetines.
El virus que causa las verrugas puede contagiarse fácilmente a través del contacto directo o indirecto, por ejemplo, un simple apretón de manos o usar la misma toalla, por eso es básico que no compartas ni tus calcetines ni tu calzado, tampoco toallas u otros objetos personales que entren en contacto con tus pies.
Las verrugas se extienden más fácilmente sobre la superficie de las zonas comunes húmedas, como las piscinas o las duchas públicas, por ello es esencial que siempre transites por estos espacios con chanclas o zapatos de agua.
Aunque las verrugas pueden desaparecer por sí solas, para evitar que se contagien a otros o causen molestias puedes eliminarlas usando el tratamiento Scholl Stop Verrugas. Este tratamiento se basa en el método de congelación por nitrógeno líquido para eliminar de forma fácil y eficaz la verruga en el pie.
Ahora que ya conoces la importancia de la higiene de los pies para evitar problemas en esta zona, sabes que es básico cuidar su rutina de higiene diaria.
Cuida de tus pies y asegúrate de revisarlos regularmente en busca de signos tempranos de infección. Los pies sanos son más fuertes para luchar contra las infecciones, y se verán más atractivos todo el año.
Fuentes: